El nivel educativo de los jóvenes dominicanos es bajo, a pesar del aumento de la cobertura en el nivel secundaria, revela este jueves una investigación del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo y Acción Empresarial por la Educación (EDUCA).
El informe indica que aunque se haya logrado incrementar los recursos del sector educativo, en el año 2016, el 41.6% de los jóvenes entre 19 y 24 años de edad no había completado la secundaria, y el 24% de jóvenes que lograron completar este nivel, no se matricularon en el nivel superior.
“Esto se debe principalmente a la alta tasa de abandono escolar: el 37.7% de la población joven había dejado de asistir a la escuela o la universidad en 2016”, agrega la investigación de Educa.
La investigación resalta que existen factores económicos y sociales que motivan el abandono de los estudios, afectando de manera distinta a hombres y mujeres. En el caso de los hombres, la principal razón (39.8%) por la que descontinúan los estudios es debido a la necesidad económica que los impulsa a ingresar al mercado de trabajo aun con certificaciones precarias y de reformalidad.
También el 39.8% de las mujeres salieron de manera prematura del sistema educativo, debido a que contrajeron unión conyugal o quedaron embarazadas.
Los jóvenes de 15 a 29 años se ven afectados en mayor medida por las vulnerabilidades económicas.
A pesar del notable crecimiento que la economía ha experimentado desde el año 2000, la tasa de desempleo global permanece estancada entorno el 14%, mientras que para el segmento joven esta cifra es casi el doble, superando el 23% en 2016. Adicionalmente, los jóvenes ocupados se encuentran laborando mayormente en empleos de baja calidad, debido a la alta incidencia de la informalidad en el mercado de trabajo y los bajos niveles salariales.
En particular, el grupo entre 15 y 18 años de edad es el más afectado por la informalidad. En 2016 un 73.5%, de este subgrupo de edades estaba empleado en este sector y percibía ingresos inferiores a los RD$10,000 mensuales. La capacitación laboral y la educación superior son los factores que inciden en la probabilidad de los jóvenes de obtener un empleo formal. Sin embargo, aquellos jóvenes que han logrado culminar estudios universitarios enfrentan dificultades para acceder oportunamente a empleos, debido a la brecha que existe entre las competencias adquiridas por los jóvenes, sus expectativas salariales, y los perfiles demandados por el sector productivo y la remuneración que ofrecen.