Una población que tiende al envejecimiento, con mayores expectativas y demandas de salud y un aumento sistemático en el precio de los medicamentos innovadores son algunos de los desafíos que enfrentan los sistemas de salud y de seguridad social a nivel mundial.
República Dominicana no escapa a esta realidad. Proyecciones demográficas estiman que al 2030, el 11% de los dominicanos pasará la barrera de los 60 años, razón más que suficiente para que el sistema adopte con urgencia la estrategia de Atención Primaria, según el doctor Gustavo Güílamo, quien funge como coordinador de la Seguridad Social del Ministerio de Trabajo.
Durante su disertación en el “Seminario Internacional sobre avances y retos de la Seguridad Social: a las puertas de un nuevo modelo de atención”, celebrado ayer por el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec), el funcionario manifestó que ya es hora de que el Consejo Nacional de la Seguridad Social (CNSS), se aboque a estudiar y aprobar la iniciativa sometida por la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (Sisalril), dejando abierta la posibilidad de negociar con cualquier sector.
Güílamo añade que la aplicación de la atención primaria, reduciría significativamente el gasto en que incurren las familias por servicios de salud que no están cubiertos en el Plan Básico, o por los copagos por diferencias no autorizadas por consultas o procedimientos que, en muchos casos, les obligan a comprar planes complementarios.
El superintendente de Salud y Riesgos Laborales, Pedro Luis Castellanos, estima que con la atención primaria el gasto de bolsillo se reduciría de un 49% a un 20%.
El alto costo de envejecer
La conferencia magistral estuvo a cargo del doctor Alejandro Gaviria, ex ministro de Salud y Protección Social de Colombia (2012-2018), quien al igual que Güílamo, puso sobre la mesa los retos que enfrentan los sistemas de salud frente al aumento de la expectativa de vida y los altos costos de los tratamientos de patologías crónicas como el cáncer, la esclerosis múltiple, artritis reumatoide, hepatitis C, entre otras.
Dijo que el precio de las moléculas o principios activos para el tratamiento de cáncer se multiplicó por diez en apenas una década, pasando de mil dólares anuales por paciente a 10 mil dólares.
Dijo que la seguridad social de Colombia, donde al igual que en Dominicana, converge un régimen contributivo y uno subsidiado, estuvo a un punto de caer en la quiebra, por la presión de los medicamentos de alto costo, que aunque no estaban incluidos en el plan básico, se despachaban a través de una especie de seguro de reembolso infinito.
En ese sentido, manifestó que los costos de los medicamentos y procedimientos médicos crecen sistemáticamente por encima del costo de la economía en general, lo que coloca a los sistemas frente a un contexto económico complejo y en un debate ético sobre cuánto vale una vida humana.
Deplora pasividad en abordaje de accidentes
El exministro de salud colombiano deploró que, tanto en su país como en República Dominicana se acepte con pasividad y cierta resignación las alarmantes estadísticas de accidentes de tránsito, que también presionan económicamente los sistemas sanitarios.
En ese sentido, se mostró partidario de leyes estrictas como las que aplica España, donde se sanciona con severidad la violación a los límites de velocidad y el consumo de alcohol al conducir. Asimismo sugiere el involucramiento activo de las alcaldías en la educación vial de la población.