José Antonio Marte, de 60 años, quien mató de un tiro en la cabeza a su pareja la mañana de ayer en un apartamento del residencial Parque del Este, Santo Domingo Este, había planeado regresar a los Estados Unidos horas después de cometer el crimen.Así lo reveló una de las hijas de la víctima, solo identificada como “la mella”, momentos antes de entrar a llorar junto a sus tres hermanos, quienes estaban encerrados dentro del apartamento 3-A, en donde permanecía el cuerpo de su madre, María del Carmen Lara, de 42 años, a espera de que llegara el médico forense para hacer el levantamiento.
“Él vino a matarla, él vino a matarla”, se escuchaba decir a una de las personas que lloraba en el interior del apartamento en donde ocurrió el crimen. Y es que según dijeron los residentes en el edificio, el victimario había venido desde los Estados Unidos el pasado diciembre y la fecha prevista para volver a irse del país era ayer, 9 de enero. Situación que supuestamente aprovechó para cometer el crimen y huir sin ser detenido.
Dijeron que el feminicida durmió en el apartamento con Carmen Lara y en la mañana, aproximadamente a las 7:00 de la mañana fue cuando le dio el tiro y huyó del lugar, entregándose horas después en el Destacamento Felicidad, de Los Minas, ya que todos se enteraron rápido de lo ocurrido.
El cuerpo fue encontrado por una hija de la víctima envuelto en una sábana en el piso y con un disparo en la cabeza.
Otra de las versiones de los residentes en el sector, es que el feminicida habría ultimado a su pareja por celos, ya que en ocasiones se le había escuchado discutiendo porque no quería que Carmen Lara trabajara en lugares de diversión nocturna.
Los vecinos reunidos en las afueras del apartamento describieron a Lara como una persona muy alegre. “Es una lástima que haya pasado eso. Ese hombre no lo conocíamos muy bien en el vecindario. Pero ellos tenían varios años de relación y él siempre venía para las fiestas de diciembre, parece que él la estaba celando, aunque no hay razón para que las cosas terminaran así”, opinó uno de los vecinos.
En el lugar otros se extrañaron con la noticia, ya que según dijeron, aunque José Antonio Marte tenía el temperamento fuerte, no lo habían visto discutiendo. Ninguno de los cuatro hijos de Lara eran parientes del agresor.
La víctima no presentaba signos de forcejeo
Todo indica que antes de que ocurriera la muerte de María del Carmen Lara no se produjo ningún forcejeo entre ella y su victimario, José Antonio Marte. De acuerdo con los datos preliminares, ofrecidos ayer por el médico forense Cándido Jiménez, la víctima presentaba un disparo en la cabeza, que le ocasionó la muerte casi inmediatamente, pero no presentaba ningún otro signo de violencia física. El cadáver fue levantado a las 1:00 de la tarde.