Hacer turismo religioso permite conocer el umbral de la cultura y la historia de los países.
Los desplazamientos por motivos religiosos han estado presentes en la humanidad desde los tiempos ancestrales. Actualmente, millones de personas realizan este tipo de viajes a diversos espacios de devoción, ya sea para ofrendar, conocer o cumplir con una tradición.
Hay quienes dicen que el turismo religioso, un nicho importante del sector turístico a nivel mundial, es la mejor manera de conocer el umbral de las culturas y la historia de los países.
Según la Organización Mundial del Turismo (OMC), entre 300 y 330 millones de personas visitan anualmente los principales lugares de peregrinación del mundo y el 60 % de ellos pertenece a religiones cristianas. Además, en la última década se ha venido registrando una tendencia al alza en el turismo religioso, con crecimientos de este segmento que superan el promedio del sector.
La Asociación Mundial de Viajes Religiosos (WRTA) cifra en más de US$18,000 millones el volumen de negocios que mueve actualmente el turismo de la fe y estima que puede duplicarse en esta década.
Explorar los orígenes de las religiones ayuda a los visitantes a comprender las tradiciones y la sociedad como es hoy del país al que visitan.
La República Dominicana, como cuna de la fe cristiana en América, tiene una oportunidad importante para desarrollar más a fondo este tipo de oferta turística. Muchos han llegado a denominarla la Jerusalén del Nuevo Mundo.
El pueblo dominicano expresa sus múltiples formas de relación con los ritos sagrados y la divinidad, que son manifestación del sincretismo o mezcla de creencias religiosas y culturales, con un predominio de las religiones de base cristiana.
Un ejemplo lo vemos en las fiestas de palos o atabales, una costumbre que viene de los españoles y los esclavos africanos establecidos durante la época de la colonización hacia 1512.
Sin duda, las primicias de la religión católica en América que se realizaron en nuestra media isla tienen un gran valor histórico que podemos mostrar a los visitantes locales y extranjeros. Si estás interesado en conocer en profundidad cómo la religión católica se asentó en nuestro país y cuáles son los elementos del crisol cultural dominicano que la definen, te invitamos a leer algo más sobre la ruta de la fe en la República Dominicana.
Eso sí, en caso de que vayas a contratar alguna excursión o visita, te aconsejamos en estos tiempos de coronavirus informarte bien previamente de las medidas y protocolos de higiene y seguridad que haya adoptado el prestador de servicios turísticos que selecciones. Evita también ser un factor de contagio en comunidades de nuestro interior, si presientes que puedes tener síntomas.
La ruta de la fe en el país más conocida comienza en La Isabela, Puerto Plata, y atraviesa Santiago, La Vega Vieja, La Vega y Santo Domingo.
Aquí te dejamos los lugares con mayor valor histórico y cultural que no te puedes perder:
1.Catedral de Santo Domingo o Basílica Menor de Santa María de la Encarnación
La Catedral primada de América, consagrada y bendecida por el papa Paulo III en 1541, era, y es, un referente de la vida cotidiana de la ciudad de Santo Domingo y simboliza la cabeza de la arquidiócesis. Un paseo por este templo y, en general, por toda la ciudad colonial es un auténtico baño de historia.
2. Asentamiento La Isabela
Se encuentra a 65 kilómetros de la provincia de Puerto Plata. Aquí se construyó el primer asentamiento europeo de América y fue el hogar de la primera iglesia y misa del Nuevo Mundo.
3. Santuario del Santo Cerro, La Vega
Aquí se cuenta que, en 1495, el Almirante Cristóbal Colón plantó una cruz, regalo de la reina española Isabel La Católica, e invocó a la Virgen de las Mercedes, patrona de Santo Domingo, para que intercediera en las disputas entre conquistadores y aborígenes. Antes de fallecer, Colón le dijo a su hijo Diego que levantara en este cerro una iglesia en honor a la Virgen, pero hasta 1527 no se construyó el primer convento de la Orden de la Merced.
4.Catedral de La Vega o Catedral de la Inmaculada Concepción
La Vega es considerada la cuna de la evangelización en el país, ya que aquí se bautizó a la primera persona en el continente, el cacique Guaticagua en 1496. La catedral fue diseñada por Pedro Mena Lajara y se inauguró en 1992.
5. Basílica Nuestra Señora de la Altagracia y parroquia de San Dionisio
Esta impresionante obra fue diseñada por los arquitectos André-Jacques Dunoyer de Segonzac y Pierre Dupré en 1947. La peregrinación de mayor trascendencia en el país se realiza en esta basílica cada 21 de enero, en el Día de la Virgen de la Altagracia, la madre protectora y espiritual del pueblo dominicano, conocida popularmente como la “Tatica de Higüey”. En el mismo recinto, el visitante encuentra la parroquia de San Dionisio, una de las más antiguas que se conservan en América. Fue el primer santuario de la Virgen de La Altagracia. Según la tradición, la imagen de la virgen apareció en un naranjo donde hoy está levantado el templo.
La festividad de la Altagracia es la fiesta religiosa más importante del país por su significado y la cantidad de fieles que congrega.
Aquí se celebra desde hace 22 ediciones el Gran Concierto Altagraciano, con la magistral ejecución de la Orquesta Sinfónica Nacional bajo la dirección del maestro José Antonio Molina. Por supuesto, ya que llegaste hasta aquí, merece la pena visitar el Museo Altagraciano, adyacente a la basílica, que exhibe piezas con más de 300 años de antigüedad. No te lo pierdas.
6.Catedral de Santiago de los Caballeros
Esta es la iglesia madre de la arquidiócesis de Santiago. Empezó como una iglesia parroquial que fue destruida por un terremoto en 1842 y luego reconstruida entre 1868 y 1894.
7. Iglesia San Estanislao
Este espacio de devoción se encuentra en Altos de Chavón, La Romana, y es un espectáculo de la arquitectura. Fue consagrada en 1979 y, para conmemorar la ocasión, el Papa Juan Pablo II envió las cenizas del patrón de Polonia.
8.Capilla la Milagrosa
Esta capilla, ubicada en la comunidad de Damajagua, Los Montones, se construyó en troncos de corazón de pino en el 2003. Cuenta con una mezcla de los estilos moderno y victoriano.
Monumentos como el santuario de la Señorita Elupina Cordero en Sabana de la Mar, la iglesia Las Mercedes en Hato Mayor, la Santísima Cruz de El Seibo y la catedral San Pedro, en San Pedro de Macorís, son singulares obras que también forman parte de una ruta de importante valor para el turismo religioso.
Para explorar el tema más a fondo, puedes conocer algo más en la publicación editorial “Un pueblo unido por la fe. Espacios de devoción”, auspiciada por el Banco Popular Dominicano, y de la autoría de los doctores en arquitectura Esteban Prieto Vicioso y Virginia Flores Sasso. Este libro narra la historia y la evolución de los espacios devotos de nuestro país acompañados de impresionantes fotografías.
Además, puedes vivir la experiencia multimedia de la realidad aumentada a través de la app MIRA (Mi Realidad Aumentada Popular). Si escaneas las páginas del libro marcadas con el logo de MIRA, descubrirás espacios de devoción de forma interactiva, transportándote por portales holográficos, generando monumentos en 3D y más.
Podrás transportarte a la Catedral de Santo Domingo, a la Basílica de Higüey y a la Catedral de Santiago a través de portales holográficos con imágenes en 360. Además, la aplicación te permite generar en 3D la Basílica de Higüey, la Catedral de Santo Domingo y el Monasterio de San Francisco y explorar cada detalle de estos magníficos monumentos.