La diputada exhorta a los jóvenes a involucrarse en los procesos
Ser la mujer más joven en el Congreso Nacional es una gran responsabilidad para la diputada Gloria Reyes, quien al momento de ganar la curul en el 2016 tenía 29 años.
La joven oriunda de Pantoja y representante de la circunscripción 5 de Santo Domingo (Los Alcarrizos y Pedro Brand), asume con mucha sensibilidad los temas de mujeres, niñez, juventud y derechos. Gloria defiende la representación femenina en la Cámara de Diputados, aunque entiende que no se trata de la cantidad, sino de la calidad de esta. Para ella, constituye un desafío la ausencia de una representación alineada a una visión de género. “Hay una serie de barreras estructurales que enfrentamos debido a los roles de género que se nos han asignado desde la sociedad que el legislador debe estar consciente de ello y debe buscar que los marcos normativos rompan esa desigualdad”.
¿Quién es Gloria Reyes?
Soy abogada con maestría en desarrollo social. Vengo de una familia de clase trabajadora, crecí en Pantoja y la persona que soy obedece a mis raíces, el sacrificio que hicieron mis padres de pagarme la mejor educación que pudieran darme. Viví paralelamente en dos mundos, estudié en un buen colegio en la capital, mis amigos del colegio no eran los mismos que los del barrio, por lo que desde muy niña entendí la desigualdad social, que había gente que tenía muy poco, y gente que tenía mucho más. Eso marcó en mí la conciencia que no era justo.
¿Cómo se involucra en la política y luego alcanza una curul?
Me involucré en política por la familia. Mi papá aspiró en dos ocasiones y nunca ganó y mi mamá participaba en grupos de mujeres. La política era lo que unía mi familia, por lo que siempre lo vi como algo bueno. Para mí era una responsabilidad lograr lo que mi papá no pudo… En el 2009 dije que iba a ser diputada en el 2016, en ese momento parecía una locura porque mi vida era una turbulencia. Mi papá estaba enfermo, mi mamá bajo su cuidado y yo tenía que trabajar para sustentar la familia. Luego, cuando perdimos las elecciones en el 2012 me fui a Madrid a hacer una maestría, vendí mi carro, pedí un préstamo y recogí los ahorros. Más tarde el partido (PRD) se estaba dividiendo y no era muy claro lo que sucedería, se me había olvidado ser diputada pero cuando llegué al país en el 2014, estaba la insistencia de amigos y familiares a que aspirara. Cuando tienes el gusanito de la política no es fácil que muera, tomé la decisión en enero del 2015 sin dinero, carro ni trabajo y sí muchas deudas. No tenía posibilidad de ganar, una mujer joven, en un partido nuevo. Le digo a los jóvenes que en la política hay que tener valor y tomar decisiones no importa lo adversas que sean las circunstancias en tu entorno. En mí eso marcó la diferencia.
¿Cómo ve la labor legislativa?
Ser la mujer más joven tiene una connotación de gran responsabilidad porque, en momentos de la crisis de representación que tenemos de mujeres y jóvenes somos foco de atención. La Cámara es como un país pequeño, con lo positivo y lo negativo, lo que debemos mejorar…De las cosas que me han decepcionado podríamos decir lo lento que es el proceso de aprobación de los temas que son importantes para el desarrollo del país. Pensar que el Código Civil, Penal, la ley de Seguridad Social se mantengan por años en discusiones dice mucho de la capacidad que tenemos de priorizar lo que el país necesita. Quizás la burocracia. Como legisladores debemos evaluar si la metodología en la cual un proyecto perime y luego es incluido de cero en una nueva discusión, es la correcta a estos tiempos.
¿Cómo ha cambiado tu visión de antes de ser legisladora a la actualidad?
En el inicio hay cosas que parecían más fascinantes desde afuera, que con el tiempo se vuelven cotidianas y van perdiendo su magia…La lucha de intereses que se da en los espacios de poder hace que decisiones sean torpedeadas o excluidas de los debates… Luchar por la gente es muy difícil. Los temas particulares, de municipios, provincias, terminan en un segundo plano y no son de interés colectivo del cuerpo. Cuando hay una situación de la demarcación se presentan por una resolución, con la desventaja que estas, no tienen carácter vinculante, sigue siendo solo una exhortación al Poder Ejecutivo. Así la función legislativa pierde poder, incidencia, se pierde la credibilidad frente a los representados. Para el diputado debe ser una de las situaciones de más impotencia y decepción de la labor legislativa. Es una sensación de que hacemos un trabajo que se entra en un saco roto.
¿Cómo ves la representación de la mujer en el Congreso?
No solo es suficiente que tengamos más mujeres en los espacios, sino que estén vinculadas. No es un secreto que muchas no tienen sensibilidad de género. Por la misma actividad se han “masculinizado” y pierden el entendimiento de los procesos que vive una mujer en nuestras sociedades y las desventajas y desigualdades a las que se enfrenta.
Pero de la matrícula actual…
En el caso de la matrícula actual puedo decir que son mujeres extraordinarias, trabajadoras. Muchas de ellas quieren decir que es la “esposa de”, la “hija de”, pero que fueron por años las que hicieron el trabajo de sus esposos “detrás de cámara”, las que montaban las actividades, organizaban los operativos. Que son las “esposas de” porque no les había tocado el momento a ellas. A veces somos muy injustos con ellas, que se cree que el único mérito es ser la esposa de un político o un dirigente de alto rango en una organización política y en el generalizar se cometen muchas injusticias. Las diputadas son las más dedicadas en sus trabajos en sus comunidades, porque dentro de los roles que tiene el legislador, han asumido el de representación como su principal bandera. Esto nos ha afectado un poco porque si tenemos a las diputadas involucradas en los temas de su comunidad están menos vinculadas a los temas que se relacionan con derechos
A tu llegada, la Cámara estaba presidida por una mujer y le han sucedido dos hombres, ¿se sintió el apoyo a los temas de mujeres en esa gestión?
Sí, en mi primer año en el Congreso para nosotras fue un año de avances en termino de género, pero esos avances se frenaron a partir de la salida, no digo que por malas intenciones de los que siguieron, pero sí por la falta de prioridad. Cuando tenemos una mujer en la silla del poder los temas de mujeres son agenda. En esa gestión los temas de mujeres fueron agenda.
¿Cuáles son los temas que te interesan, por los que legislas?
Hemos hecho un esfuerzo en impulsar los temas de mujeres y niñez. El tema del matrimonio infantil y los embarazos adolescentes es lo principal en nuestra agenda, la niñez es una de las deudas pendientes que tenemos como país. También los relacionados a mi demarcación. Sometimos un proyecto relacionado al déficit de vivienda en Los Alcarrizos y el que busca declarar a Pedro Brand municipio ecoturístico.
Juventud
Los jóvenes somos apenas el 3% en el Congreso, eso pone en evidencia la crisis de representación en los espacios públicos”
Ley de Partidos
La ley obliga a un mínimo de representación de mujeres en las boletas, los partidos deben abrirle las puertas pero no solo en discurso”.