Aunque los efectos del huracán Fiona están aún presentes en el municipio de Higüey, una de las localidades más afectadas por el fenómeno, la mañana de este martes ha salido el sol para los ciudadanos.
Las lluvias han disminuido, lo cual da un poco de esperanza a los higüeyanos que desde la madrugada del lunes viven con la tragedia que les dejó con su paso el voraz huracán Fiona.
En el trayecto de Santo Domingo a Higüey caía una leve llovizna de camino al este del país. Al pasar por el tramo de San Pedro de Macorís hasta La Romana un engañoso sol saluda a todo aquel que atraviesa la zona. Sin embargo, una vez se cruza el peaje que divide a La Romana y a Higüey, la triste realidad de los higüeyanos se descubre.
Parcelas anegadas, casas arropadas por el agua, el desamparo de su población y el rostro de impotencia de aquellas personas que limpian y tratan de salvar sus pertenencias.
Abundan los negocios y establecimientos sin letreros, árboles, postes de luz y semáforos derribados. Mientras que por otro lado se encuentran las largas filas en las estaciones de combustibles y en los bancos y decenas de empleados y ciudadanos esperando transporte público.
La visita que tiene pautada al municipio el presidente Luis Abinader a partir de las 11:00 de la mañana, parece ser un soplo de aire fresco para los habitantes de la región este, muchos de los cuales se encuentran sin un techo albergados en los distintos refugios que las autoridades han dispuesto.
