El Consejo del Poder Judicial dejó en un limbo el juicio disciplinario que se supone habría iniciado en el 2017 a los jueces de Ejecución de la Pena de San Francisco de Macorís y de San Cristóbal, Aleida Jiménez y Willy de Jesús Núñez, respectivamente.
A ambos se les atribuían responsabilidades en la fuga de Pedro Alejandro Castillo, alias Quirinito.
La magistrada Aleyda Jiménez Acosta, jueza de ejecución de la Pena de San Francisco de Macorís, contó al programa Descalificado con Addis Burgos, que fue repuesta en su posición, luego de la suspensión motivada por el escandaloso escape de Pedro Alejandro Castillo, alias Quirinito, quien simuló su muerte para para escapar.
El juez de la Ejecución de la Pena de San Cristóbal, Willy de Jesús Núñez Mejía, y la magistrada Jiménez fueron enviados a un juicio disciplinario que debía determinar responsabilidades ante el inusitado hecho, pero para asombro el juicio no llegó a realizarse, no fueron convocados a ninguna fase procesal y se dejaron vencer los plazos. Para julio del 2020 se declaró la extinción de la acción disciplinaria y quedó todo en un limbo judicial con más preguntas que respuestas.
“Se extinguió con los años, para mí no había nada, para mí solo fueron rumores. Te voy a decir algo, y no me afecta, un día por televisión un comunicador dice, pero hoy todavía no se conoce la suerte de la visa de la jueza Aleida y al otro día me llama la Embajada diciéndome que me suspendió la visa, o sea que te quiero decir que esto fue una actuación más mediática, los medios tuvieron más influencia que otra cosa”, se queja la magistrada.
Dijo que su caso se conoció de manera administrativa, solo hubo una audiencia, porque inmediatamente el juez de Instrucción lo descalificó y sentenció que había una extinción por los tres años que ya tenía. Insistió en que esa actuación judicial fue mala para ella, porque no pudo defenderse ni saber cómo ocurrieron los hechos.
En mayo del 2017, Jiménez concedió prisión domiciliaria a Quirinito bajo el argumento de que padecía cáncer.
Finalmente la jueza Jiménez reflexionó: “no quisiera morirme sin que en realidad esto se aclarara, y no que el Ministerio Público ni los jueces cargáramos con esta cruz tan pesada”.