Con una fotografía pegada en su butaca, un ramillete de flores, y una paleta de corazón encima de ese puesto, recordaron ayer, Día de San Valentín, a la pequeña Ángela Encarnación, en el Colegio Don Bosco, centro en el cual estudiaba.
Sus compañeros y tutor del aula no quisieron olvidarla. Con ese detalle hicieron que su presencia y la alegría que la caracterizaba estuvieran presentes en una ocasión tan especial como lo es el Día del Amor y la Amistad.
Ángela, quien tan sólo tenía seis años, era la menor de los tres niños que fueron encontrados muertos la pasada semana junto a su madre, Reyna Isabel Encarnación. Víctor Alexander Portorreal, quien era pareja de Reyna Isabel y padrastro de los menores, es la persona, que de acuerdo a su confesión, cometió el horrendo crimen y a quien se le impuso prisión de un año como medida de coerción en la cárcel de San Pedro de Macorís.
Sus amiguitos, y el cuerpo docente del colegio, desde que se enteraron de la noticia a través de los medios de comunicación, se han sentido destrozados y devastados por la manera que le arrancaron la vida a la pequeñita.
En las redes sociales circulan videos en los que se puede ver lo despierta y alegre que era Ángela. En algunos de ellos, se le ve cantando, correteando y bailando. Así, de esa forma, la recordaron ayer en Don Bosco. En una entrevista concedida el pasado viernes a elCaribe, la subdirectora docente del nivel primario del centro, América Daihana Antigua, expresó que el caso había provocado que los alumnos y los profesores estuvieran tristes y destrozados y que, ante esa situación, iban a trabajar con los escolares para ayudarlos a superar las secuelas que les dejó el conocimiento del hecho.