Pese a las políticas, la preocupación persiste ya que tasa se sitúa en 22%
El embarazo adolescente ha sido uno de los retos más complejos de afrontar en nuestro país, ya que desde el año 2000 hasta la fecha el Gobierno dominicano y organismos internacionales han implementado 22 proyectos que, pese al esfuerzo, no han obtenido resultados significativos, ya que durante los últimos años la tasa de jóvenes entre 12 y 19 años que queda embarazada por año sobrepasa el 20%.
Este año ese porcentaje es de 22%, tasa 34% más alta que el promedio de los países de América Latina y el Caribe, de acuerdo con el Informe de Desarrollo Humano 2017 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que advierte que eso se podría traducir en un rango de impacto del 50% de la población, lo que fortalece la brecha de la desigualdad y la pobreza.
Distintos sectores del accionar público, como lo son el Ministerio de Educación y el de Salud, además de instituciones como el Ministerio de la Mujer, de la Juventud, el Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (Conani), la Vicepresidencia (desde el Gabinete de Políticas Sociales y el Programa Progresando con Solidaridad), entre otras, han incorporado en sus planes acciones integrales que aportan a la reducción de esta situación y la protección de las madres en esta etapa y de su descendencia.
Entre esas medidas citadas por el PNUD están los Planes Nacionales de Igualdad y Equidad de Género del 2000 al 2004 y del 2006 al 2016 (PLANEG), el Plan Decenal de Salud y, de manera específica, “Plan Nacional de Prevención de Embarazo en Adolescentes 2011-2016” (Plan EA), donde se contemplaron diferentes dimensiones de acción para la prevención, así como la protección de las madres adolescentes en términos de salud y educación.
Del 2010 al 2015 fue implementado otro proyecto gubernamental por parte del Ministerio de Salud, llamado Plan Estratégico Nacional para la Salud Integral de Adolescentes (PENSIA), que buscó mejorar la salud de la población adolescente mediante el desarrollo y fortalecimiento de la respuesta integrada del sector salud y la implementación de programas e intervenciones de promoción, prevención y cuidado de la salud.
En el año 2003 se promulgó la Ley 136-03 que establece el “Código para el Sistema de Protección y los Derechos Fundamentales de Niños, Niñas y Adolescentes”, que persigue velar por el pleno cumplimiento de los derechos fundamentales de todos los menores de edad.
Por otro lado, en el año 2012 se promulgó la “Estrategia Nacional de Desarrollo de la República Dominicana hacia el 2030” Ley no. 01-12, marco general de la planificación anual del sector público, en la que se ve reflejado el embarazo en la adolescencia como prioridad nacional. En dicha estrategia, la prevención y el acceso a servicios de salud integral se incluyen dentro del objetivo general 2.1 “Salud y Seguridad Social Integral”.
Gran parte de estas iniciativas están enfocadas en la prevención, que es la etapa más importante, valora Melisa Bretón, oficial de desarrollo humano sostenible del PNUD, ya que “al decirles a las jóvenes las consecuencias a nivel educativo, económico y laboral que pueden sufrir al embarazarse a temprana edad, toman conciencia y entienden que postergar el embarazo genera un impacto positivo para su desarrollo”. Bretón advierte, sin embargo, que la persistencia de este reto, ralentiza el desarrollo sostenible del país, por lo que necesitan ser mejoradas y reestructuradas.
Según consta en el Informe de Desarrollo Humano 2017 presentando la semana pasada por el PNUD, la problemática afecta indirectamente al 50% de la población “lo que hace que se fortalezca la brecha de la desigualdad y la pobreza”.
En ese aspecto, en materia de salud, desde el año 1993 hasta la actualidad, la División de Salud Materno, Infantil y Adolescentes, del Ministerio de Salud Pública del país lleva implementando el Programa Nacional de Salud Integral de los Adolescentes (PRONAISA). También se lanzó la campaña de Información, Educación y Comunicación (IEC) “Tú No Ta’ Pa’ Eso”, ideada y promovida por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), con el objetivo de reducir los casos con informaciones científicas.
A nivel regional, el Ministerio de Salud ha implementado durante los años 2012-2016 el proyecto “Fortalecimiento institucional para la preservación y la promoción de la salud en embarazos y el periodo neonatal, Región III de Salud”, a través del cual se busca mejorar la atención prenatal, neonatal y puerperio que brindan los establecimientos de salud, con una población objetivo de mil 200 funcionarios y técnicos de los centros de primer nivel y las Unidades de Atención Primaria de Salud (UNAPs).
Por su parte, el Ministerio de la Juventud desarrolla varias intervenciones orientadas a la prevención. Entre ellas las “Casas de la Juventud” y el “Programa de Prevención del Embarazo en la Adolescencia”. En conjunto con el programa Progresando con Solidaridad (Prosoli) de la Vicepresidencia de la República, se implementan dos proyectos: “Bebé, piénsalo bien”, en el cual mediante el uso de simuladores de bebés se promueve la sensibilización y concienciación de los jóvenes sobre la responsabilidad de convertirse en padres y madres a edad temprana; y “Yo decido esperar”, el cual crea capacidades en los jóvenes participantes en Prosoli para prevenir no solo el embarazo en adolescentes, sino también las infecciones de transmisión sexual. Este es uno de los programas que más vidas ha impactado. De acuerdo con las memorias de Prosoli, en el año 2016 se orientaron a 65,486 adolescentes a través de “Yo decido esperar”, y fueron integrados 34,425 adolescentes a las redes de Prevención de Embarazo, a través de “Bebé, piénsalo bien”. En el año 2016 las y los adolescentes que han recibido estos servicios alcanzan la cifra de 820,739. Este valor no incluye los servicios existentes en los centros de primer y segundo nivel para la provisión de anticonceptivos y consejería en el puerperio.
Gobierno ha hecho importantes esfuerzos
Además del componente de prevención de Prosoli, se ejecutan dos proyectos de asistencia a jóvenes en etapa de posparto para promocionar la salud materna e infantil: “Prevención en Salud” y “Chispitas Solidarias”. Esta entidad gubernamental para el año pasado había beneficiado a 3,664 embarazadas y 12,847 infantes entre 6 y 59 meses. Por su parte, desde el año 2013, a través de la Dirección de Orientación y Psicología del Ministerio de Educación se desarrolla el proyectos “Educación en ITS, VIH y Sida, prevención de embarazos basado en habilidades para la vida”, a escala nacional, alcanzando de manera directa 264,171 adolescentes durante los años 2013-2015.