El extenso e intenso debate que vive el país por las primarias partidarias en la ley de partidos y agrupaciones políticas, ha tenido al Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en el centro, específicamente a sus líderes Leonel Fernández y Danilo Medina.
Si las cosas se mantienen a nivel solo de debate sin que ponga en juego la unidad de la organización, el PLD lejos de salir afectado podría fortalecerse, pues el tema lo ha mantenido protagonizando el debate público. De hecho, Fernández, que además es presidente del PLD, ha reiterado que por el tema en su partido hay divergencias pero no división.
En las últimas dos semanas y con la llegada del proyecto a la Cámara de Diputados, los principales líderes del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Hipólito Mejía y Luis Abinader, también han pasado al primer plano. Mejía ha dicho públicamente que apoya las primarias abiertas y que su partido aprobó lo contrario sin consultarlo.
Abinader ha abogado por primarias simultáneas, con el padrón de cada partido y junto a los partidos de oposición logró consensuar una propuesta común que coincide con la Junta Central Electoral y la mayoría de los sectores políticos, sociales y económicos del país.
Aunque el presidente Danilo Medina no ha emitido ninguna declaración pública sobre el tema, los hechos hablan de que es él quien impulsa las primarias abiertas y simultáneas para escoger a los candidatos a cargos de elección popular. Medina ha sido coherente respecto a lo que piensa sobre ese tema, pues en el 2004, cuando el Congreso aprobó la ley de primarias defendió la iniciativa, que en el 2005 fue declarada inconstitucional por la Suprema Corte de Justicia (SCJ).
Fernández también ha sido coherente con el tema, pues en ese momento se declaró en contra de imponerle a los partidos un modelo único para elegir sus candidatos.
El PLD ha quedado dividido entre quienes defienden las primarias abiertas que hacen causa común con el presidente Medina y quienes prefieren que se deje a la libertad de los partidos decidir el método que prefiera para elegir sus candidatos a cargos de elección popular, una lucha que encabeza Leonel Fernández.
El discurso del expresidente respecto a las primarias partidarias coincide con la mayoría de los sectores sociales, que se han abogado que se acoja la propuesta de la Junta Central Electoral (JCE).
En esa línea se han pronunciado, en el sector empresarial, el Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep) y la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (Anje); de la sociedad civil organizada, la Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus) y Participación Ciudadana; de los sectores religiosos, el arzobispo de Baní, monseñor Víctor Masalles y el Consejo de Unidad Evangélica (Codue), igualmente todos los partidos de oposición y el Foro Permanente de Partidos Políticos (Foppredom), que agrupa 22 de los 26 partidos del país.
Todas esas organizaciones junto a la oposición han pedido consenso para aprobar la ley de partidos, un discurso que también ha asumido el sector del PLD que se identifica con Fernández. Una muestra es que el presidente de la Cámara de Diputados, Rubén Maldonado, seguidor de Fernández, abogó por abrir una mesa de diálogo para consensuar el controvertido tema de las primarias.
A pesar de eso, el expresidente fue derrotado en el Senado que aprobó la ley con el voto favorable de 24 senadores, contra seis del PLD que se mantienen leales a Fernández.
Aunque el Comité Político dejó a sus legisladores en libertad para decidir el tema, se sabe que el presidente del PLD también hubiese perdido en ese organismo, pero el hecho que lograra neutralizarlo se interpreta como una victoria para Fernández.
La gran prueba de la Cámara de Diputados
La gran prueba de fuerza sobre las primarias abiertas y simultáneas será en la Cámara de Diputados, donde el proyecto todavía no cuenta con los 127 votos que necesita para ser aprobado. De los diputados del PLD 34 han dicho que no votarán por esa iniciativa, mientras que el PRM, la segunda fuerza política con representación, decidió no respaldar esa propuesta.
Políticamente, si finalmente el proyecto es rechazado en la Cámara Baja por falta de votos, será una derrota para el presidente Medina. En el país hay pocos precedentes de que una propuesta impulsada por el presidente de la República haya sido derrotada.
Sin embargo, si la propuesta pasa, el gobernante habrá vencido, pero será una victoria llena de cuestionamientos por el gran rechazo de sectores políticos y sociales que tiene la propuesta de primarias abiertas y simultáneas en la ley de partidos.