“Viejo, mi querido viejo/ Ahora ya
caminas lento/ Como perdonando el
viento/ Yo soy tu sangre, mi viejo/ Soy tu silencio y tu tiempo.”
Piero Franco de Benedictus
Cantautor italo- argentino
E n toda sociedad, en todos los tiempos, por siglos, se asoció la imagen de un padre a la autoridad del hogar. Esto, siempre y cuando estuviéramos hablando del modelo de familia de tradicional. Pero, tanto las sociedades como los tiempos son otros. Aunque, por alguna razón social, cultural, todavía prevalezca en gran medida la figura del padre como la autoridad en la casa. O ambos padres compartiendo la autoridad parental, en el caso de las familias nucleares, compuestas por padre, madre e hijos. El concepto de familia es amplio, y los diversos tipos de familias se han diversificado; sin embargo, nos centraremos en principio en la tradicional.
Concepto de paternidad
El concepto de “padre” en un contexto biológico, podría ser definido como “aquel ser vivo de sexo masculino que ha tenido descendencia directa. El término recíproco es «hijo» o «hija». En el caso de los mamíferos como el ser humano, el padre concibe a su descendiente tras la cópula con la futura madre, resultando en la reproducción sexual”; esto según Wikipedia.
Lo ideal es que el padre cumpla un rol importante dentro del desarrollo de su descendencia, y no limitarse a engendrar.
El título de padre también puede ser dado a aquel hombre que cumpla este papel sin estar emparentado biológicamente con el niño o niña. por lo regular esto ocurre cuando las parejas adoptan o en el caso de familias compuestas, que se caracterizan por el hecho de que se construyen a partir de la división de una o varias familias nucleares.
Conceptos teológicos o religiosos de un padre
Ampliando un poco el concepto, el término de padre podría asociarse de manera común a los sacerdotes o curas (ya sean católicos, anglicanos u ortodoxos), que sirven como pastores espirituales a un determinado rebaño.
En la cultura bíblica hebrea, el personaje de Adán, como primer hombre de la Creación, y el patriarca Abraham, han sido considerados, tanto por judíos como por cristianos, como “el padre de la humanidad” y el “Padre de la fe”, respectivamente; este último por su vida arraigada a la voluntad de Dios; que, de paso, ha sido considerado como un “padre misericordioso”, el Padre de todo el género humano.
Para los más mitológicos, tenemos en la antigua Grecia a Zeus, considerado como «padre de los dioses y los hombres», que gobernaba a los dioses del Olimpo como un padre a una familia, de forma que incluso los que no eran sus hijos naturales se dirigían a él como tal.
Concepto patrio del padre
Y si, además de estos conceptos teológicos, ampliamos la definición de un padre, nos encontramos con que, como nación, como dominicanos, hemos estado históricamente, bajo la paternidad de tres hombres, que, por su lucha en hacernos “nacer” como un país “libre, independiente y soberano”, merecen el honor de ser “Padres de la Patria”.
En este caso, como en otros anteriores, la figura de autoridad ha primado en el ejemplo de Juan Pablo Duarte, Matías Ramón Mella y Francisco del Rosario Sánchez.
Lo mismo para George Washington y Benjamín Franklin en Estados Unidos; Simón Bolívar en media docena de países suramericanos como Ecuador, Bolivia, Perú, Colombia y Venezuela; José de San Martín en Argentina, el sacerdote revolucionario Miguel de Hidalgo en México; Nelson Mandela en Sudáfrica, y Mahatma Gandhi en la India, para citar
algunos casos destacados.
El problema es que pocas veces, para no decir nunca, en nuestras naciones tenemos “madres de la patria” ¿Machismo a la vista? Sigamos…
Los padres en la sociedad
Pero, además de ser el nombre de un equipo de béisbol en Estados Unidos (Los Padres de San Diego, en alusión a frailes franciscanos españoles, quienes fundaron San Diego en 1769), hablar de “padres”, por las reglas que ya conocemos en nuestra lengua, hace referencia a ambos, el padre y la madre.
Si nos enfocamos en el contexto del papá, padre, papi o taita, pa, papito, viejo, jefe, descubriremos que aún en este tiempo, sigue predominando en millones de hogares en todo el mundo la figura paterna, que simboliza la autoridad del hogar, encargado de la crianza, del sustento económico, de las reglas, del orden, de la representación de todos ante cualquier eventualidad. Y si no, al menos la mancomunidad compartida con la madre, en el orden económico, social y emocional; en enfrentar juntos como pareja (hombre y mujer) los quehaceres domésticos, las dificultades, las alegrías y la educación.
En muchos casos, hay padres que deben ser madres, por una actitud irresponsable de la progenitora; o porque ella debe trabajar, y el padre asumir tareas del hogar. En el mejor de los casos, porque ambos laboran, y en su momento deben de rotar los roles para con sus hijos, de forma que funcione adecuadamente la vida familiar.