Kingston El huracán Beryl azotó ayer con sus vientos de categoría 4 a Jamaica, que impuso un estado de emergencia ante el temor de que el ciclón cause en el país daños catastróficos como los registrados en varias islas del Caribe Oriental.
Según el último boletín de la agencia meteorológica de Jamaica, están previstas precipitaciones totales de 100 a 200 milímetros (de cuatro a ocho pulgadas) y peligrosas marejadas ciclónicas que elevarán los niveles del agua hasta dos o tres metros (seis a nueve pies).
Ante estos pronósticos y la advertencia del Centro Nacional de Huracanes (NHC, en inglés) de Estados Unidos de que el impacto de la pared del ojo del huracán Beryl será “significativo”, el Gobierno de Jamaica declaró la isla zona de desastre durante los próximos siete días e impuso un toque de queda para esta jornada.
La Oficina de Preparación para Desastres y Gestión de Emergencias (Odpem, en inglés) de Jamaica instó a la población que vive en zonas bajas y propensas a inundaciones a trasladarse a los refugios.
Por su parte, el primer ministro de Jamaica, Andrew Holness, informó que una orden de evacuación está vigente para áreas propensas a inundaciones y deslizamientos de tierra, tanto aquellas situadas al nivel del mar como las cercanas a barrancos o vías fluviales.