Solo en protección de la frontera el país gasta RD$49.1 millones cada día
(SEGUNDA Y ÚLTIMA PARTE)
Haití colinda con cinco provincias de República Dominicana: Montecristi, Dajabón, Elías Piña, Independencia y Pedernales. Conforman la línea fronteriza, con una extensión de 391 kilómetros.
Desde aquí, comienza la carga económica migratoria que recibe el país, pues proteger la frontera dominico-haitiana tiene un alto componente económico para el Estado dominicano.
El personal que defiende la frontera está compuesto por más de 9 mil soldados, organizados en tres brigadas de infantería, seis batallones, 21 compañías, 35 destacamentos, 68 puestos de custodia y entre 15 y 20 puestos de chequeos fijos o móviles.
En los últimos siete años se han incrementado las partidas anuales destinadas en el Presupuesto Nacional para el Ministerio de Defensa. De acuerdo a la Dirección General de Presupuesto, en 2013 esta entidad tenía un presupuesto de RD$15,497,681,804 pasando en 2019 a contar con una asignación presupuestaria de RD$31,567,610,563.
Declaraciones recientes del ministro de Defensa destacan que más del 60 por ciento del presupuesto de este Ministerio se destina a custodiar la frontera, por lo que se estima que el Estado dominicano dedica cada día cerca de RD$49.1 millones para la protección de esta zona. Estos recursos son destinados fundamentalmente a sueldos, alimentación, vestimenta, combustible y mantenimiento de las infraestructuras militares.
La entrada de haitianos indocumentados es el delito más frecuente con el que deben lidiar los soldados.
A pesar de los esfuerzos que hacen las autoridades por evitar la entrada de haitianos de manera irregular, estos ingresan de diferentes formas, logrando evadir todos los puntos de control destinados para tales fines. Se dice que algunos pagan entre RD$3 mil y RD$7 mil a los denominados Potea, para que los pase de este lado. El flujo irregular de haitianos se estima que es una cantidad importante, pero difícil de cuantificar.
Se sabe, por la última Encuesta Nacional de Inmigrantes (ENI), publicada en 2018, que en el país habitan 497,825 haitianos equivalentes al 87.2 por ciento de los inmigrantes residentes en el territorio nacional.
Durante la realización del Plan Nacional de Regularización de Extranjeros en situación migratoria irregular en la República Dominicana se inscribió un total de 288,467 extranjeros, de los cuales, 282,536 eran de nacionalidad haitiana, equivalente a un 97.8% del total de inscritos. Fue un programa que le costó 50 millones de dólares al Estado dominicano.
Los inmigrantes haitianos residentes y no residentes, acceden a los servicios de los hospitales y clínicas rurales y urbanas del país. Según la ENI, el 77% de los nacidos en Haití y el 78% de los nacidos en República Dominicana de padres extranjeros frecuentan los hospitales. Solo el año pasado el Servicio Nacional de Salud invirtió más de mil ochocientos millones de pesos en atenciones de salud a la población inmigrante, de los cuales el 90 por ciento, eran haitianos.
Este gasto incluye las siguientes intervenciones médicas a pacientes provenientes de Haití: 308,300 consultas que costaron al Estado dominicano RD$242,570,440, así como 217,562 emergencias por un monto de RD$1,101,725,266; 34,911 internamientos por un monto de RD$572,933,149; 14,858 partos vaginales que representó un gasto de RD$131,330,456; 8,248 cirugías equivalentes a un gasto de RD$119,623,218 y 5,590 cesáreas que representaron un gasto de RD$101,756,671.
“Ahí hay trabajadores migrantes y mujeres embarazadas que viven en el país, por supuesto en el caso de las parturientas, sucede que hay muchas que vienen a parir a nuestros hospitales y que luego se van, pero la mayoría son mujeres que viven y trabajan en nuestro país”, explicó Chanel Rosa Chupani, director del Servicio Nacional de Salud.
La mayor carga de pacientes haitianos la reciben los hospitales de la frontera, donde incluso, pueden superar a los dominicanos. “Te voy a citar el hospital de Hondo Valle donde se atiende más población haitiana que dominicana en cuanto a partos, pero estamos hablando de hospitales que atienden 22 partos al mes, o sea, que tampoco son hospitales que tienen una gran producción de partos mensuales”, agregó Rosa Chupani.
En el año pasado se atendieron más de 12 mil partos de haitianas con cesáreas y naturales.
Los cadáveres no reclamados
Cuando fallece un haitiano en territorio dominicano y sus familiares no reclaman su cuerpo, el Estado dominicano debe asumir el costo del entierro. A pesar de la escasez de espacio en nuestros cementerios, cuando se presentan estos casos, las autoridades optan por sepultar al occiso, por lo general hacen uso del cementerio Los Casabes, ubicado en Santo Domingo Norte.
“Se notifica a las autoridades del país de origen que ese ciudadano ha fallecido. Hemos esperado hasta un año para enterrar el cadáver dependiendo del estado en que lo recibimos. El costo mínimo de sepultar un cuerpo está en alrededor de diez mil pesos”, resaltó Santos Jiménez, director de Patología Forense, entidad que el año pasado sepultó alrededor de 137 cadáveres de extranjeros de los cuales unos 40 eran haitianos.
Los que cruzan a estudiar
Es la mañana de un viernes en el paso formal fronterizo en Dajabón, un grupo de estudiantes aguardaba del lado haitiano a que abrieran el portón para llegar a su centro educativo. Son niños y adolescentes haitianos que caminan desde Juana Méndez para llegar a diferentes centros educativos ubicados en la referida provincia. El trayecto les toma unos diez minutos. “Me dan los libros, la comida, el uniforme y la mochila”, manifiesta un estudiante haitiano de 14 años que estudia en el Centro Educativo José Ramón López en donde la nacionalidad no parece ser un obstáculo entre estudiantes.
Los datos estadísticos indican que la matrícula de estudiantes haitianos en República Dominicana ha ido en aumento en los últimos seis años tanto en el sector público como el privado. Para el año escolar 2013, la cantidad de haitianos inscritos en escuelas y colegios del país era 49,839 y en 2018 se incrementó a 82,849, de estos 70,621 se encuentran en escuelas públicas.
“En la zona fronteriza evidentemente que hay una mayor cantidad de estudiantes producto de la cercanía del vecino país. Tenemos centros educativos pequeños de una matrícula que ronda entre 25 y 35 estudiantes donde prácticamente la inmensa mayoría son de nacionalidad haitiana”, detalló Diego Pesqueira, encargado de Relaciones Públicas del Ministerio de Educación dominicano.
Solo en los últimos tres años, la inversión del Estado dominicano en estudiantes haitianos matriculados en escuelas del país ha sido de 11,939,367,891.74 pesos.
Niños desamparados
Las razones de la estadía de estos niños en el país son diversas, y el origen muchas veces se encuentra en madres que los abandonan aquí porque prefieren que su hijo esté del lado dominicano a que pase las penurias económicas que enfrentan en su nación.
Cuando esto sucede, el Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (Conani) es la institución del Estado que les da asistencia a los menores haitianos.
“Les brindamos intervención en el aspecto psicológico, la otra parte es salud, ver cómo están físicamente y obviamente, se les cubren todas las necesidades que tengan”, informó Natalia Asmar, encargada de programas y servicios de Conani.
El año pasado concluyó con la asistencia a 110 niños y adolescentes haitianos con edades entre 1 y 18 años que fueron recluidos en hogares de paso, hasta septiembre de 2019 ya sumaban 179.