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El dirigente político Mario Díaz dijo hoy el y su equipo técnico ha elaborado un plan para la descongestión vehicular. Este incluye la presentación ante el Ministerio de Obras Públicas y a los ayuntamientos de esas demarcaciones para medidas preventivas para casos de inundaciones.
Los entornos del tránsito vehicular se han convertido en una de las grandes preocupaciones para nuestros conductores. Para contrarrestarlos en las horas pico principalmente, hemos incluido en ese plan, el control estricto de la circulación de los camiones recolectores de desperdicios sólidos. Como tambien el control de las motocicletas a cualquier hora del día y la noche.
Agregó que los motoristas serán sometidos al imperio de la ley, o recibir las sanciones correspondientes. Esto es porque a diario violan las luces rojas y cruzan los semáforos sin ninguna previsión, aun cuando esos aparatos ordenan lo contrario. Además, se sugiere implementar normas establecidas en la ley para prohibir que los vehículos que no estén en condiciones óptimas circulen en las vías públicas.
El también abogado sugiere sacar de las rutas del concho y deportar a todos los ciudadanos haitianos indocumentados. Tambien a esos que conduzcan patanas, carros, minibuses y motocicletas en el Gran Santo Domingo y el Distrito Nacional”.
Según Mario Díaz, en el transporte de vehículos pesados de nuestro país, se puede observar que más del 35 % de los conductores de patanas, furgones y camiones de todo tipo de cargas en todas las provincias son haitianos indocumentados. Los vehículos pesados se entregan a esos conductores de nacionalidad haitiana, que en la mayoría de los casos ni aquí, ni en su país de origen poseen licencias de conducir vehículos de ningún tipo.
Para Díaz, esta situación se presenta por la irresponsabilidad del sector de transporte, ya que sus principales dirigentes exhiben una doble moral, cuando, por un lado, critican la inmigración haitiana y culpan a los gobiernos de turno de la situación, mientras, por el otro lado, protegen a los indocumentados haitianos, alquilándoles vehículos para que trabajen en el transporte de pasajeros y de cargas de nuestro país.
Exclamó que aparte de esa situación, tenemos que el transporte de pasajeros que se brinda a toda la ciudadanía en las rutas del Gran Santo Domingo, el Distrito Nacional y Santiago, en más de un 40%, sus choferes, o sea, los que conducen los carros del concho y las llamadas guaguitas voladoras, principalmente en la avenida 27 de febrero, en la Jhon F. Kennedy y en la mayoría de las rutas del concho de esas provincias, son nacionales haitianos indocumentados, haitianos que se encuentran en nuestro país bajo un estatus migratorio irregular”.
Para rutas de motores
Díaz agregó que el 40% de las paradas de los motoconchos de todo el país están invadidas por nacionales indocumentados haitianos que conducen las motocicletas usando guantes, pasamontañas, cascos protectores y lentes oscuros, para que los pasajeros que los abordan no observen ni siquiera el color de su piel.
“El transporte de pasajeros, el control del sistema de tránsito vehicular, el sistema semafórico y la circulación de vehiculos son asuntos de seguridad nacional en todos los países del mundo. En la República Dominicana se ha manejado muy alegremente, algo cuestionable a las autoridades, pero que en realidad es una irresponsabilidad de la que todos los actores tenemos la culpa”, subrayó.
“Entonces tenemos en las manos una irresponsabilidad no solo del Estado sino además de todos los transportistas y sumado a eso, se ha permitido que el parque vehicular de la República Dominicana crezca de una manera desproporcionada cada día con el tema de las importaciones descontroladas de vehículos de motor a nuestro territorio y que además por la misma razón el parque de motores en la República Dominicana se haya expandido de una manera incontrolable, hasta el punto de que los motores se han convertido en un pan demonio al diario vivir, en una especie de problema para todos los conductores de vehículos livianos y pesados en todas las provincias de nuestro país” destacó.
En otro orden, Díaz alertó es una falta grave postergar por tiempo indefinido de la aplicación de las normas que establecen la inspección técnico vehicular. Es una medida que se necesita aplicar de inmediato en todo nuestro territorio.
Un apunte:
“Los aguaceros que inundaron la capital y al Gran Santo Domingo en las últimas semanas, han dejado de alto relieve que la inspección técnico vehicular es una necesidad, porque más del 25% de los vehículos que se encontraban transitando en el momento en que ocurrieron esos aguaceros se quedaron varados en las vías públicas por su alto grado de deterioro mecánico, apagándose en todas las avenidas, calles y autopistas del país por esa razón, ocasionando enormes tapones”.