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BARAHONA.- En el marco de una celebración eucarística efectuada el pasado viernes 25 de abril en la Catedral Nuestra Señora del Rosario de esta ciudad, la Diócesis de Barahona celebró el 49 aniversario de su creación canónica y el décimo aniversario de la ordenación episcopal de Monseñor Andrés N. Romero Cárdenas.
En este oficio religioso, presidido por el obispo de Barahona, Monseñor Andrés N. Romero Cárdenas, estuvieron presentes los obispos Monseñor Santiago Rodríguez, Monseñor José Dolores Grullón Estrella y Tomás Alejo Concepción, así como el rector de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) y sacerdotes del clero de Barahona.
En la homilía, Monseñor Andrés dio gracias al Señor por los dones y maravillas que ha obrado en esta diócesis y por sus 10 años de ministerio episcopal en esta porción de la Iglesia que Dios le ha confiado para servirle con amor y entrega, destacando el estribillo: “¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?”, ya que la vocación es un privilegio y un regalo de Dios.
De acuerdo con una nota de prensa emitida por el periodista Emmanuel Peña F., encargado de Redes Sociales de la emisora católica Radio Enriquillo de la Diócesis de Barahona, el obispo también habló de su proceso de formación orientado hacia la vida sacerdotal, con 3 años en el Seminario Menor Santo Cura de Ars, en La Vega, y 8 años en el Pontificio Santo Tomás Aquino.
“He tenido una vida sacerdotal intensa desde mi primera misa, en tiempos de sacerdote, con desafíos en las misiones que la Iglesia me ha confiado, pero en todo he visto la providencia de Dios, guiándome y sosteniéndome, así como a la Madre Espiritual, la Virgen María, y el acompañamiento de hermanos sacerdotes y fieles con quienes he compartido la carga en el camino”, señaló Romero Cárdenas.
Manifestó que en estos 10 años, con más responsabilidad y mayor amplitud en el campo de la misión, siempre ha visto la fidelidad y la providencia de Dios hacia él.
Indicó que el ministerio episcopal, lejos de ser un mérito personal, es ante todo un don gratuito del Señor. No hay mayor verdad para un obispo que todo cuanto se ha recibido proviene del amor y la fidelidad de Dios. Como dice San Pablo: “Hemos sido elegidos no por nuestras obras, sino por su designio y gracia”.
Otro motivo de esta celebración es que la Iglesia particular se reviste de alegría y gratitud al celebrar el 49 aniversario de su fundación, 49 años de historia, de fe compartida, de servicio generoso y presencia evangelizadora en medio de los pueblos de la región Enriquillo. Puntualizó la apertura al Jubileo Diocesano que se celebrará en 2026 y que, desde 2024, se ha venido preparando con consulta, formación y compromiso. El prelado católico recordó al Papa Francisco, quien durante su ministerio petrino invitó a compartir el tesoro y la riqueza de la fe, el amor y la salud.
Esta celebración es una oportunidad para mirar el futuro con esperanza, con el corazón abierto a la novedad de Dios, quien siempre nos sorprende y ofrece algo nuevo.
Cabe destacar que las instituciones de la Diócesis de Barahona han jugado un papel importante a través de iniciativas de desarrollo comunitario, proyectos de educación y formación para jóvenes, así como de apoyo a iniciativas agrícolas y medioambientales. La lucha por el bien, la justicia, la dignidad de los suroestanos, la solidaridad, el bien común, el evangelio y la libertad es el cirio pascual que ilumina estos años de historia eclesial.
Un poco de historia:
La diócesis de Barahona, que antes de su creación canónica en 1976 pertenecía a la Prelatura Nullius de San Juan de la Maguana. En ese entonces, su obispo, Monseñor Tomás F. Reilly, C.SS.R., se trasladaba en momentos especiales para conferir los sacramentos de la confirmación y la comunión, así como para otras festividades, a los pueblos que hoy conforman la región Enriquillo.
Fue entonces, el 24 de abril de 1976, que el Papa San Pablo VI, mediante la Bula «Ad Animarum», instituyó la diócesis de Barahona, conformada por las provincias de Barahona, Pedernales, Bahoruco e Independencia, teniendo como Iglesia Madre la Catedral Nuestra Señora del Rosario y como su primer obispo a S.E.R. Monseñor Fabio Mamerto Rivas Santos, S.D.B. (1976-1999), sucedido por S.E.R. Monseñor Rafael Leónidas Felipe Núñez (1999-2015), hoy emérito.
Desde 2015 a la fecha, el obispo es S.E.R. Monseñor Andrés Napoleón Romero Cárdenas, designado el 23 de febrero de 2015 por el Papa Francisco y consagrado obispo de Barahona el 25 de abril del mismo año.
Esta diócesis, con una extensión de aproximadamente 6,975 km², desde su creación hasta la fecha cuenta con unas 25 parroquias, 1 radio, 1 universidad, 1 seminario menor, 1 farmacia, 2 asilos, 3 hogares de día y varias instituciones de servicios sociales.