El director de Programas Especiales de la Presidencia junto a los ejecutores del proyecto La Nueva Barquita advirtió de las consecuencias de seguir construyendo una ciudad sin las áreas verdes necesarias para garantizar la salud y recreación de sus habitantes.
En su intervención en la conferencia Revitalización para la Promoción de la Equidad en el Territorio, dictada en Funglode, Domingo Contreras criticó que en el país se construya irrespetando la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de dejar por cada ciudadano nueve metros de áreas verdes.
“Aquí quedan pocas manzanas donde usted pueda salir al frente de su apartamento a sacar al perrito o darle la vuelta a la manzana. No estamos respetando la creación del espacio y esos son lugares donde los apartamentos cuestan cinco a 10 millones de pesos”, dijo.
Deploró que en la Circunscripción 3 del Distrito Nacional haya sectores donde la disponibilidad de estos espacios públicos sea de 30 centímetros por habitantes y en otros casos de cero.
Enfatizó en que los espacios verdes no son adornos sino elementos vinculados a la salud de las personas. Como ejemplo de proyecto urbanístico integral mencionó a La Nueva Barquita, en Santo Domingo Norte. “Aquí hay pocos residenciales como La Nueva Barquita”, consideró.
Sobre este proyecto, el arquitecto Jesús Díaz, de la Unidad Ejecutora para la Readecuación de La Barquita y Entornos (Urbe), dijo que con este programa social no solo se ha dotado de vivienda y sano esparcimiento a más de 1,300 familias también se ha favorecido con 15 hectáreas de áreas verdes.
Fue reiterativo en destacar la importancia de revertir el efecto de deterioro en la zona metropolitana. “Es probable que aquí muchos tengamos hipertensión por la ciudad en la que vivimos. Nuestra ciudad va creciendo y se va convirtiendo en una especie de cáncer que va devorando ese territorio y no es solo el que está ocupando vivienda informal también el que está haciendo proyecto legal. Esta no es una forma de hacer ciudad”, expresó. Para el arquitecto la revitalización de la ciudad consiste en mejorar la calidad de vida de las personas, ya que impulsa el desarrollo urbano interno, la cohesión social.
Sostuvo que es el espacio el que confiere la seguridad en la ciudad y es el único lugar donde el rico y el pobre tienen el mismo derecho.