Con esta conmemoración se quiere recordar los graves riesgos que los amenazan, que vienen sobre todo desde la pesca, que causa la muerte de 300.000 cetáceos cada año.
Aunque pasan toda su vida en el agua, los cetáceos no son peces. Estos animales marinos son mamíferos que dan a luz a sus crías y las alimentan con leche materna, tienen sangre caliente y pulmones para respirar.
El 23 de julio de 1986 la Comisión Ballenera Internacional (CBI) decidió proclamarlo con el propósito de frenar la caza indiscriminada y tortuosa de estos hermosos animales en peligro de extinción.
Sin embargo, aunque ya han pasado 36 años desde esa histórica reunión, aún existen muchos países que persisten en la caza de estos mamíferos acuáticos y lo que es peor, parece no importarles.
En realidad, el problema radica en el hecho de que existen igual número de países dentro de la CBI, que están a favor y en contra de la caza de estos especímenes, por lo que nunca se ha llegado a un acuerdo formal al respecto.
Otro detalle importante, es que los países que las cazan, aseguran que lo hacen con fines científicos y no comerciales, a pesar de que son muchos los videos de Japón donde se muestran las masacres que se les hacen a bancos de delfines.
Historia del Día Mundial de las Ballenas y los Delfines
El problema con la caza de ballenas no es nuevo, ni tampoco data de hace tan solo 36 años atrás. En realidad, los primeros intentos de controlar la caza de ballenas se hicieron antes de la segunda guerra mundial, cuando los faeneros o cazadores se dieron cuenta que el número de ballenas mermaban rápidamente conforme las eliminaban, algo que ponía en riesgo el negocio.
En ese momento la Liga de Naciones, desarrolló un primer documento al respecto, pero no fue hasta 1972 en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano, que se aprobara la primera moratoria de diez años donde se frenaba la caza de las ballenas, para garantizar que aumentara su población y así evitar su extinción.
No obstante, el problema se siguió presentando y en 1986 la Comisión Ballenera Internacional, prohibió de una vez por todas, la caza comercial.
Resolución que hoy en día se sigue violando, por Islandia, Noruega y Japón que es el único país que se niega abiertamente a dejar de cazar tanto a ballenas como a delfines. Es más, cuentan con fechas alegóricas para ello, como la atroz matanza anual del delfín que realizan los pescadores de Taji entre septiembre y abril.
La pesca ilegal de delfines
También los delfines sufren a causa de la pesca. Su captura es ilegal en muchos países, como España, pero existe un mercado de carne de delfín que causa graves daños a esta especie. Además, son muchos los delfines que quedan atrapados en las redes que se lanzan para capturar a otras especies.
Hablar de delfines es referirse a una familia muy amplia que engloba hasta siete especies distintas. Todos se caracterizan por su hocico alargado y por tener un único orificio respiratorio en parte superior de la cabeza llamado espiráculo.
Puede emitir ruidos distintos utilizando unos sacos nasales que poseen debajo del espiráculo y utilizan el sonido para guiarse.
Ballenas en República Dominicana
El mar Caribe y su zona de contacto con el océano Atlántico es uno de los ecosistemas más ricos de nuestro planeta. Y es justamente en esta franja donde se encuentra nuestro país. Sus cálidas aguas, pobladas por arrecifes de coral, son el hogar de innumerables especies marinas, desde diminutos peces y moluscos hasta grandes gigantes del mar, como la yubarta o ballena jorobada (Megaptera novaeangliae).
Para proteger la maravillosa vida marina, las autoridades medioambientales crearon en 1986 el Santuario de Mamíferos Marinos Bancos de La Plata y Navidad, una de las primeras áreas protegidas de su tipo en el mundo, el área marina protegida más grande de República Dominicana y el primer santuario de mamíferos marinos creado en el Océano Atlántico.
El Santuario de Ballenas Jorobadas en Samaná forma parte de esta gran área protegida, de más de 50.000 km2, que además de delfines, manatíes y orcas, recibe anualmente entre 1.500 y 2.000 ejemplares de este maravilloso gigante marino.
Cuándo y cómo puedes ver a las ballenas de Samaná
Entre 1.500 y 2.000 ejemplares de ballena jorobada visitan las aguas de la Bahía de Samaná y Banco de la Plata cada año. Y aunque las primeras empiezan a llegar a la zona desde el mes de noviembre y las últimas se van en abril, la temporada de observación empieza el 15 de enero hasta el 31 de marzo. Normalmente, el mes de febrero es el mejor momento para el avistamiento.
La manera más común de ver a las ballenas jorobadas es en las excursiones en lancha o barco que visitan el Santuario en Samaná. En unas 3 o 4 horas de navegación, dependiendo de las condiciones del día, las embarcaciones recorren el área buscando los mejores puntos de avistamiento.