Según datos oficiales, en el país el desempleo neto es de 14% y el desempleo relativo o empleo informal, de 57%.
Mientras no haya una reducción significativa del desempleo y un aumento en el gasto social por encima del 10% del Producto Interno Bruto (PIB), el crecimiento económico que ha venido experimentando el país en los últimos años no se traducirá en una mejora de la calidad de vida de los dominicanos.
Así lo explica el economista Pavel Isa Contreras cuando analiza los pobres indicadores de desarrollo humano que exhibe el país en materia de educación, salud, vivienda, acceso a agua potable, entre otros, que mantienen rezagado al país cuando se le compara con otras naciones de la región.
El Índice de Desarrollo Humano es un indicador creado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) que mide tres dimensiones para alcanzar un estándar de vida decente, como son el ingreso o poder adquisitivo de las personas, el nivel de estudios alcanzado y la esperanza de vida al nacer.
Isa Contreras, insiste en que existe una brecha entre el crecimiento económico y el empleo, ya que los sectores que están creciendo generan poco trabajo y los que genera, son de baja calidad, es decir, de baja remuneración.
“Si usted no tiene una caída en el desempleo, usted va a tener la misma oferta de fuerza de trabajo disponible y ansiosa por conseguir un trabajo, y si hay mucha gente ansiosa por encontrar un trabajo, usted va a tener una tendencia a la baja del salario”, argumenta.
Admite que el desempleo se ha reducido en los últimos tres años pero de manera lenta e insuficiente conforme al crecimiento económico experimentado.
Y aunque el Gobierno enarbola como logro la creación de 800 mil empleos en dos años, el economista plantea que 400 mil empleos al año, solo mantienen estática la tasa de desempleo. “Argumentar que se han generado 800 mil empleos en los últimos dos años es argumentar que las cosas se han quedado fundamentalmente en el mismo punto. Eso es llenarse la boca con cifras. No son cifras que son contundentes. Eso es lo que genera normalmente la economía para que no haya un aumento del desempleo”, dice.
Generar empleos de calidad
Indica que la respuesta a esta problemática está en estimular ciertos sectores económicos que generen empleos de calidad, en particular, la agricultura, la industria manufacturera o agroindustrial, y aquellos servicios con alto valor agregado como la exportación, el turismo de aventura o cultural, los ‘call center’ o los “back offices” (labores informáticas, comunicaciones, gestión de recursos humanos, contabilidad o finanzas), que suelen requerir una mano de obra más calificada a la que habría que pagarle mejores salarios.
Más gasto social= más impuestos
En otro orden, el economista plantea que un aumento del gasto social por encima del 10% para la provisión de servicios sociales fundamentales que impacten en el bienestar de la población, necesariamente está relacionado con un incremento de los ingresos fiscales. El problema radica, según Isa Contreras, en que actualmente, el Gobierno no tiene la suficiente credibilidad ni el liderazgo para negociar un aumento de las recaudaciones por los últimos escándalos de corrupción en que se ha visto envuelto.
“La gente está ávida de que el Estado provea bienes públicos fundamentales y esos bienes públicos los provee recaudando pero con el manejo del Estado que estamos viendo, la gente está totalmente incrédula y con toda razón”, dijo.
Sostiene que si el Gobierno no aumenta la provisión de servicios sociales de calidad, entonces no puede haber mejoría en indicadores como la mortalidad infantil, mortalidad materna, el acceso a agua potable, vivienda, entre otros.
“Todavía persisten viviendas de muy baja calidad en donde los vectores (mosquitos, moscas, cucarachas, ratas, etc) se reproducen y generan enfermedades”.
RD no aprovecha avance del PIB para mejorar la salud y la educación
El también economista y especialista en temas de desarrollo Miguel Ceara Hatton afirma que la República Dominicana es el séptimo país del mundo que más desaprovecha las oportunidades del avance en el PIB para mejorar la salud y educación.
En pocas palabras, especifica que en los últimos 25 años, 137 países, con los mismos recursos o menos, han logrado un mejor
desempeño en salud y educación que la República Dominicana.
Argumenta que si un país aumenta la riqueza por habitante y avanza en el “ranking” mundial, debería en el largo plazo mejorar la posición de bienestar, en especial en estos dos renglones.
Dice que la posición dominicana prácticamente no se ha movido en el largo plazo, “de hecho ha retrocedido acumulativamente una posición, estando mejor colocado en la década del noventa.
¿Adónde ha ido el crecimiento económico?
“Esta tendencia plantea serios cuestionamientos a la forma de cómo ha crecido la República Dominicana, que lleva a la paradoja de un avance sustancial en la posición mundial de la “riqueza por habitante”, siendo el país 18 que más lugares avanzó en el mundo en 25 años y al mismo tiempo retrocedió relativamente en salud y educación (ocupó la posición 111). Cabe preguntarse: ¿Adónde se ha ido ese crecimiento? ¿En qué se ha utilizado? ¿En corrupción? ¿En Odebrecht, en los Tucanos, en la Oisoe y en otros tantos destinos espurios?”, cuestiona. A su juicio, el crecimiento ha servido para cambiar cosas (edificios exclusivos y lujosos, hermosas avenidas, concentrar riqueza) pero no para mejorar las condiciones de vida de la gente.
Educación y salud
Isa afirma que si hubo un aumento del 4% del PIB en educación fue forzado por la movilización social. Mientras, el gasto en salud es menos del 2%
Debajo del promedio
Mientras el gasto social en América Latina ronda el 14% del PIB, en la República Dominicana se mantiene por debajo del 8% del PIB.