La defensa del sindicalista Arsenio Quevedo, acusado de encabezar una supuesta red de sicariato, rindió ayer sus conclusiones ante el Segundo Tribunal Colegiado, pidiendo la total absolución de su cliente y solicitando su puesta en libertad.
Los abogados Alfredo Moneró y Sonia Marlene Guerrero argumentaron que ninguna de las pruebas presentadas por el Ministerio Público y los abogados querellantes vinculan a su cliente con los hechos que se le imputan, por lo que requirieron del tribunal una sentencia absolutoria.
Los jueces del Segundo Tribunal Colegiado recesaron hasta el lunes, a las 9:00 a.m., el conocimiento de las conclusiones de los abogados de la defensa de Erickson de los Santos Solís, Cristino Batista, Amauris Cabrera y Diloné Octavio.
El fiscal Eduardo Velázquez indicó que la defensa de Quevedo en sus conclusiones demostró que el Ministerio Público tenía razón en cuanto a que Erickson de los Santos Solís era el vicepresidente de la Unión Nacional de Transportistas y Afines (Unatrafin), y que Amauris Cabrera estaba vinculado a estos, cuando aparece en una nómina cobrando 15 mil pesos mensuales. Velásquez dijo que todos ellos están implicados en la supuesta red de sicariato.