El director del COE advirtió que desde 1998, RD no ha tenido la proximidad de un huracán tan fuerte como Irma
El huracán Irma se mueve con fuerza por el Caribe, situación que obligó la activación inmediata de los planes de contingencia de los organismos de socorro de la República Dominicana.
En acciones de prevención, mitigación y respuesta el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) y la Defensa Civil juegan un rol trascendental.
El objetivo es claro: salvar vidas. Y para casos de evacuaciones, la Defensa Civil tiene disponible 3,262 albergues a nivel nacional con capacidad para 900 mil personas, según informó, Delfín Antonio Rodríguez, subdirector y Jefe de Operaciones de este cuerpo de protección civil.
Aunque primero se trabajará en el traslado a casas de amigos y familiares y luego hacia los albergues oficiales, indica que el 52% de estos lugares son escuelas públicas, que serán utilizadas como último recurso, cuando ya no estén disponibles los clubes deportivos, locales de oficinas públicas y de juntas de vecinos.
De acuerdo con el resumen logístico, hasta el día de ayer la Defensa Civil contaba con 8,700 miembros disponibles para brindar servicio ante el posible paso del huracán Irma por territorio dominicano, hasta ayer categoría 4. (La nómina de voluntarios de este organismo es de 14 mil personas.)
Rodríguez dijo que por instrucciones del director ejecutivo de la entidad, general de brigada Rafael Antonio Carrasco, se activaron los comités de prevención, mitigación y respuesta en todas las provincias de la República Dominicana. Ayer mismo iniciaron las reuniones ordinarias.
La Defensa Civil cuenta con la Brigada de Intervención Rápida, integrada por 17 socorristas entrenados para situaciones de emergencia dentro del agua. Desde ayer, la entidad trabaja en la preparación de botiquines para reforzar las direcciones provinciales y municipales de las instituciones que darán la primera respuesta. El jefe de Operaciones exhortó a la población a estar atenta a los informes de los organismos de protección civil o técnicos científicos, como la Oficina Nacional de Meteorología. (Onamet). Cuenta que en sus 31 años en la Defensa Civil lo más difícil en este tipo de proceso ha sido ver perder la vida de una persona que recibió un llamado de alerta. “En las evacuaciones hemos tenido que usar la fuerza, por ejemplo, cuando llegamos a sitios que vemos personas con problemas físicos tenemos que sacarlas aunque no quieran”, puntualizó.
Para contrarrestar los efectos de Irma, el Centro de Operaciones de Emergencias, entidad que coordina la preparación y repuesta ante desastres, dispuso de su Pan de Contingencia para Huracanes, en vigencia desde el pasado junio.
El organismo, que lidera el general Juan Manuel Méndez, también maneja una novedosa aplicación para celulares Adroide y Huawei para llevar las informaciones a la población cuando el COE emite alertas.
Méndez advirtió que de continuar su trayectoria, la parte este y noreste del país serían las zonas más afectadas con este fenómeno natural.
“Para nadie es un secreto que el campo nuboso de este huracán va a arropar la isla Hispaniola”, sostuvo.
Gracias a este plan de contingencia y su experiencia, el COE tiene identificado aquellos lugares propensos a inundarse. En el caso del Este mencionó a La Altagracia, El Seibo, Hato Mayor, San Pedro de Macorís, La Romana; al referirse al Norte del país citó a Samaná, María Trinidad Sánchez, Espaillat, Sánchez Ramírez, Bajo Yuna en San Francisco de Macorís y Puerto Plata.
Veintidós instituciones están involucradas en dar respuesta a la ciudadanía en caso de desastres. No obstante, Méndez destacó que de acuerdo con el impacto del evento en esa misma medida se hacen los requerimientos de equipos y personal.
“Los organismos están preparados. Existen planes, pero con la naturaleza no hay control. Ningún país está preparado para ver sus edificaciones y líneas vitales caerse, para eso no hay preparación”, expresó. En sus 14 años de experiencia en el COE, cuenta que ha aprendido que “la naturaleza no causa desastres, el hombre construye vulnerabilidad”.
Sin embrago, nota un avance en la conciencia ciudadana con respecto a la precaución ante eventos naturales. “Llegó el momento de que la ciudadanía ponga en práctica lo que hemos venido ensayando durante años. Desde el año 1998 no tenemos la proximidad de un huracán tan poderoso como este”, alertó.
