Un mes después de que la ex jueza Awilda Reyes Beltré renunciara a su condición de juez, el Consejo del Poder Judicial emitió una resolución en la cual la destituye y la inhabilita durante cinco años.La decisión se produjo luego del juicio disciplinario que se realizó a Reyes, a los fines de determinar si ésta cometió faltas graves en el ejercicio de sus funciones, tal y como lo había denunciado el Ministerio Público.
El CPJ declaró culpable a Awilda Reyes Beltré de cometer faltas graves en el ejercicio de sus funciones, en violación de la Ley No. 327-98 de Carrera Judicial, el Código de Comportamiento Ético del Poder Judicial, el Código Iberoamericano de Ética Judicial y la Constitución de la República.
La medida fue refrendada por los consejeros del Poder Judicial, Etanislao Radhamés Rodríguez Ferreira, presidente en funciones del CPJ; Fernando Fernández de la Cruz y Leonardo Recio Tineo.
El 03 de noviembre del 2015 el presidente de la Suprema Corte de Justicia y del Consejo del Poder Judicial, Mariano Germán Mejía, comisionó a la Inspectoría General del Poder Judicial para que investigara las irregularidades en contra de la magistrada.
El 29 de junio de 2016, mediante Acta No. 23/2016, el Consejo del Poder Judicial decidió ordenar el cese de funciones de la magistrada y realizar un juicio disciplinario en su contra.
Frente a esto, y luego del juicio disciplinario, el pasado 30 de marzo, Reyes, renunció a su condición de jueza, tras considerar que fue víctima de atropellos y abusos por parte del presidente de la SCJ, Mariano Germán Mejía.
Resaltó que el juicio disciplinario, “fue un espectáculo de circo judicial” y que “la independencia no existe, porque nadie se atreve a garantizarle derechos a nadie si los jueces no tienen garantía o los suspenden para investigar y los presionan con llamadas”.
