Santo Domingo.- Al conmemorar este 31 de enero, el Día Nacional de la Juventud, el Concilio de la Iglesia de Dios y su Departamento de Juventud, consideran que, a pesar del acceso de los jóvenes a la información y aspectos relevantes de la sociedad, la juventud enfrenta grandes desafíos, definidos por la falta de oportunidades, desarrollo, crecimiento integral, desempleo, y crisis familiar en todos los órdenes.
La entidad religiosa consideró que se vive en una sociedad influenciada de manera negativa, donde “a lo bueno llaman malo y a lo malo llaman bueno”, un tipo de sistema que al pasar del tiempo pretende acondicionar a la juventud en su estilo de vida, forma de pensar y actuar, amenazando incluso su integridad en una sociedad carente de aplicación de reglas, y que ha sacado a Dios de su agenda de vida de la nación.
Al recordar esta conmemoración, el obispo administrativo de la denominación Mauro Antonio Vargas, y el pastor Juan Francisco Confesor, director nacional de la juventud cristiana, manifestaron que este sector es una de las etapas más importantes en la vida del individuo, en la cual se afianzan los valores y principios, etapa además donde se toman las decisiones que marcan el camino a seguir tanto en la vida social y eclesiástica.
La entidad que trabaja con un membresía de más 40 mil jóvenes progresistas, formados más de 2 mil en liderazgo comunitario, con valores y principios cristianos, y que están ubicados en más de 900 congregaciones a nivel nacional, se consideran la fuerza, el relevo de liderazgo, y la nueva generación que Dios está levantando para continuar comunicando un mensaje de fe y esperanza a muchos que son víctimas de violencia, embarazos pandillas, drogas, alcoholismo y otros males.
Celebración y recomendación
“En el Día Nacional de la Juventud sirve para celebrar y dar voz de alerta a la juventud, a fin de que cumplan con responsabilidad, trabajo, y compromiso sus acciones y proyectos. Al tiempo que esta celebración debe ser un objetivo fundamental de promover un mejor papel de la juventud a fin de que estos sean verdaderos agentes para generar los procesos de cambios que el país necesita”. Añade.
Además, el obispo Mauro Vargas y el pastor Juan Francisco Confesor, llaman a las autoridades competentes, representadas por los poderes públicos, empresarios, escuelas, colegios, universidades e instituciones a trabajar en favor de la formación de valores en la juventud Dominicana, y para generar acciones a favor de y con los y las jóvenes dominicanos en los distintos niveles de la vida nacional.