Santo Domingo.- El Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (CONANI) expresó este domingo que esta institución no está sin dirección. A pesar de los hechos ocurridos dónde una niña se lanzó del techo y otras ocho se escaparon del centro de acogida V Centenario.
“Antes los comentarios recurrentes de que el Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia está acéfalo. Tenemos a bien aclarar que esto no corresponde con la realidad”, así lo indicaron, en un video, a través de la red social Twitter.
Del mismo modo, explicaron que de acuerdo a la estructura que está delimitada en la Ley 136-03 hay dos puestos gerenciales, la presidencia ejecutiva y la gerencia general. Esta última tiene la responsabilidad de mantener las operaciones de esa administración, ocupándose la señora Alexandra Santelises.
Igualmente, exponen que el CONANI no ha dejado de trabajar y que ha tenido sus operaciones habituales hasta el momento.
“Tenemos directora ejecutiva, más no presidenta ejecutiva, hasta que el Poder Ejecutivo determine lo contrario”. Argumenta la institución.
Se recuerda que el pasado 30 de agosto, una niña cayó del cuarto piso en el hogar de paso V Centenario. Según el comunicado de Conani estaba realizando actividades deportivas junto a personal del centro y sus compañeras del hogar, en la azotea, asegurada con malla.
Por otro lado, otro escándalo se registró en el mismo lugar cuando ocho niñas escaparon en la madrugada del jueves pasado. El suceso quedó registrado en un video, que se hizo viral en las redes sociales.
Que es el CONANI
La Ley 136-03 creó al Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia como órgano administrativo del Sistema Nacional de Protección y los Derechos Fundamentales de los Niños, Niñas y Adolescentes (SNP). Es un órgano descentralizado del Estado dominicano con personalidad jurídica y patrimonio propio.
Este se encarga de garantizar los derechos fundamentales de los niños, niñas y adolescentes en la República Dominicana, mediante la efectiva rectoría de las políticas en materia de niñez y adolescencia.
Por: Diana Brito