Dice el Congreso es el poder más cuestionado, pese al ejercicio público
Es llamado el decano de la Cámara de Diputados, ya que cuenta con 32 años de experiencia legislativa, y al término del período congresual, serán 34. Ha escuchado 32 discursos de rendición de cuentas de cuatro presidentes diferentes, haciendo planteamientos a la nación en distintas áreas. Considera que en esas tres décadas las promesas siguen como una deuda social en la República Dominicana.
Es una figura de consulta obligada en la Cámara Baja, por su sobrada experiencia. Don Máximo Castro Silverio, diputado reformista, está satisfecho con su labor en el primer poder del Estado, aunque piensa que aún puede dar más. Dice que el rol del Congresista no se limita a someter leyes, ya que es en los trabajos de comisiones donde estas toman forma.
A lo largo de su carrera, ¿cómo ve que ha cambiado la Cámara?
He escuchado 32 discursos de cuatro presidentes haciendo planteamientos en diferentes áreas, a veces planteamientos que no se han cumplido en esos discursos. Las promesas siguen como una deuda social en el país. En la Cámara he visto 14 presidentes que se han manejado con el esquema de lo que dicen los reglamentos, pero en la parte administrativa cada presidente tiene su librito. Eso no pasa en la parte legislativa, el presidente lo único que hace es que dirige los debates, eso influye, al igual que los proyectos apoyados por el presidente en la comisión coordinadora.
El Congreso es la casa de la democracia, con sus altas y bajas. Es la institución del Estado más cuestionada pese a que hace un ejercicio público delante de la prensa dentro del hemiciclo, que pueden observar lo que pasa allí, con acceso a los legisladores y a los proyectos.
¿A qué usted cree que se deba?
Es atacado porque sectores quieren que se les aprueben leyes en beneficio de ellos y ellos tienen medios para atacar y se generan inquietudes, y entonces se acude al cuestionamiento; y a veces el comportamiento de algunos de nosotros lo provoca. Hay sectores que quieren que uno sea independiente ante el partido pero que esté a favor de la posición de ellos.
¿Es decir, que usted no cree en eso de que los legisladores tienen libre albedrío?
El Congreso está distribuido por partidos y la mayor parte de los legisladores se manejan con línea de los líderes que dirigen. No se puede ser hipócrita, cierto que cuando a uno lo eligen uno representa el pueblo, pero las decisiones deben ser consultadas. A veces hay legisladores que tienen una actitud de independencia tratando de ser diferentes, pero no lo serán, y caen en debilidades y cometen errores en el debate. Primero, porque hacen como que no responden a líneas; y segundo, porque choca con la estructura partidaria.
¿Cuáles debilidades usted ve en el Congreso?
Nosotros pataleamos en tomar decisiones de leyes importantes, porque le tenemos miedo a la crítica de sectores sociales y tenemos una cantidad de propuestas legislativas paralizadas producto del temor. Los legisladores tenemos miedo de tomar decisiones porque se puedan malinterpretar.
Nosotros tenemos que dejar el temor y tenemos que dedicarnos a aprobar las leyes. El Código Penal está paralizado por las tres causales, acordamos que íbamos a sacar las tres causales para que se apruebe el código penal y se haga una ley especial para el aborto, pero no nos atrevemos, no se hace.
Hay legisladores que después de dos o tres períodos dicen que se les agotó su ciclo aquí. Usted, después de 32 años, ¿siente que aún le falta tiempo?
En mi caso, conmigo, el partido tiene una garantía de mantener el curul. A esos que aspiran a más yo los felicito… es una aspiración legítima. Yo también quisiera experimentar servirle al país desde el Gobierno…
¿Pero le satisface su labor?
La he hecho con mucho entusiasmo y responsabilidad. Si se revisa mi récord en asistencia yo no creo que haya dos con mis calificaciones. En comisiones en las que estoy y en las que me invitan, yo tengo récord limpio. He sido responsable. Mis propuestas legislativas no las he logrado, porque son complicadas, como la ley de aguas, la de partidos, leyes de muchos intereses. Me siento satisfecho de haber cumplido una carrera, yo he hecho una carrera de la legislación, pero uno siempre puede dar más.
Usted ha sido diputado en el poder, aliado al poder y en la oposición… ¿Cómo ha sido el transcurrir?
Yo lo divido en épocas. Nosotros fuimos una alianza en el 2006 con el PRD, la llamada alianza rosada; que debo decir que nos fue bien porque sacamos 4 senadores y 21 diputados y unos 20 síndicos. En el 2010, nos aliamos al PLD, sacamos apenas 7 diputados y un senador, y nos fue mal… seguimos en la alianza y pasamos a ser una oposición útil. Luego, una oposición crítica pero racional, elogiamos las propuestas beneficiosas, pero somos crítico a lo que no se hace bien, nos hemos mantenido así. Somos una oposición que puede coincidir con el oficialismo en cosas importantes. Con el PRM fuimos aliados, pero somos opositores ambos. Ellos con un criterio y nosotros con otro, somos aliados circunstanciales.
El PRSC ha pasado entonces a ser un partido de alianza…
Los últimos gobernantes han querido opacar la figura de Balaguer, de destruir al PRSC, que es su legado. El PLD ha tratado con mezquindad la figura de Balaguer. A los dos presidentes del PLD nosotros les pedimos que un año le pusieran a la Feria del Libro Joaquín Balaguer y los dos se negaron. Se negó Leonel Fernández y se negó Danilo Medina. El Partido Reformista ha sido un cooperador del PLD y el PLD lo que ha hecho es maltratar al reformismo, tiene un sector disidente y lo utiliza para que el PRSC se estanque.
¿Cuál es la perspectiva del PRSC con recursos en el TSE y grupos disidentes accionando?
Yo lamento que un “aspirante a la presidencia por el PRSC” se haya asociado con la disidencia, que su propósito es otro candidato, uno del PLD, no del reformista y ellos estén auspiciando eso. Yo no entiendo qué locura es que hemos cometido. Y yo preguntó: ¿y así ustedes van a avanzar y a conseguir una presidencia, auspiciando un sector que quiere que un peledeísta se quede en el poder, y tú haciéndole el juego? Eso no lo entiendo y me apena, los políticos estamos perdiendo el juicio.
Dentro de la disidencia del PRSC, los dos líderes son legisladores. ¿Cuál es la situación cuando se le baja línea al partido con estos legisladores?
En el Senado actúan como independientes, juegan a su criterio. Pero en el caso de la Cámara de Diputados tengo que ser justo, no puedo ser mezquino, aquí casi votamos por unanimidad el bloque. Tal vez hay dos que pueden votar por esa facción, pero la mayor parte buscamos un entendimiento de votar juntos.
Ley de partidos
Quedaría mal parada la clase política, los legisladores y líderes de partidos si no se aprueba ahora la ley de partidos”.
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Nunca he usado el hemiciclo, que me da toda la libertad y soberanía, para decir lo que yo entienda, para chantajear, para dañar”.