El asesinato de un privado de libertad en el Centro de Corrección y Rehabilitación San Felipe, Puerto Plata, al parecer fue el detonante para que las autoridades penitenciarias intervinieran por más de ocho horas esta cárcel.
El objetivo del operativo es fortalecer la seguridad interna del recinto para garantizar la integridad física de los privados de libertad que podrían verse expuestos a situaciones de violencia.
El pasado sábado Raúl Alfonso Bonilla falleció tras ser retenido por un grupo de internos y recibir dos disparos.
Ayer 30 agentes de Vigilancia y Tratamiento y de las unidades de Traslado de Alto Riesgo (UTAR) y Canina (K9), tomaron el control del centro penitenciario.
Los agentes revisaron todas las zonas de la prisión para localizar y ocupar armas de fuego y armas blancas, las cuales son utilizadas por los reclusos para cometer delitos dentro de la cárcel.
Entre los objetos y sustancias ocupadas se encuentran porciones de cocaína, marihuana y tabaco. Los agentes también incautaron 79 teléfonos celulares, 57 objetos cortopunzantes caseros, trozos de seguetas, navajas de afeitar, 40 auriculares, 72 cargadores, cortauñas y chips de teléfono.