Aunque se trata del punto fronterizo líder en exportación y comercio con Haití, segundo socio comercial de la República Dominicana, el caos, desorden e insalubridad forman la principal cara del Carrizal, Elías Piña.
Cada día, las largas filas de camiones con mercancías con destino la vecina nación evidencian el gran comercio entre ambas fronteras. Algo corroborado por datos oficiales como la Dirección General de Aduanas (DGA) que refiere que por ese punto fronterizo, a septiembre de este año, el monto de las exportaciones fue de 229.86 millones de dólares, es decir, 13 mil millones 791 pesos.
El informe “Superávit comercial de bienes de RD-Jimaní con Haití,”, elaborado por Luis Humberto Vargas para el Centro de Estudios Económicos y Sociales Padre José Luis Alemán, de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) refiere que en los primeros ocho meses de 2023, el liderazgo en valor exportado fronterizo, tanto en el régimen nacional como en el total de los regímenes, les correspondió a las aduanas de Elías Piña, cuyo valor exportable fue US$240 millones o 60.07% y US$321 millones o 47.70%, respectivamente.
Estos montos que de manera formal, se manejan en la frontera oeste del país, desdicen de lo que allí se ve día a día: una carretera estrecha, polvorienta y con mucha basura; patanas cargadas de mercancías, motorizados con personas y mercaderías a bordo, camionetas modificadas para soportar mayor peso de carga, carretillas y escaleras de carga, así como motocargas, patrullas del Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza (Cesfront), personas y militares a pie, se pelean por llegar más pronto a su destino.
No es para menos, esa carretera es de doble vía y ahí es una especie de sálvese quien pueda. El trayecto que pudiera realizarse en tres o cuatro minutos, se hace en 30 o 60 minutos. En muchas ocasiones, agentes del Cesfront, asumen el rol de policías de tránsito.
Si usted no es bueno caminando, más vale que no tome el trayecto a pie porque las bocinas de los motores, pasolas o los haitianos y dominicanos que caminan como si estuvieran en un maratón, lo arrinconan o lo tumban al suelo o al lodo, si corrió con la suerte de hacer el trayecto luego de que la lluvia bendijera la tierra.
Las exportaciones informales también se dan entre la República Dominicana y Haití. El Banco Central registró en su Estudio Mercado Fronterizo Domínico-Haitiano 2017-2018 que los productos del sector agroindustrial que van a la vecina nación son el pollo, el arroz puntilla, las pastas alimenticias, sazones, embutidos, aceites comestibles, harinas, huevos frescos, entre otros.
Entre los agrícolas estaban las habichuelas de todo tipo, limones agrios, cocos secos, plátanos y hortalizas.
Otros productos exportados son los detergentes, sillas plásticas, jabón en pasta para lavar, utensilios de plásticos para el hogar y productos para la higiene personal.
Vacas y otros animales en el mercado
Lo relativo a los productos de la canasta básica alimentaria que se llevan a Haití o que los comerciantes haitianos, en su mayoría, venden en el mercado de Elías Piña, debería ser un objetivo sanitario de las autoridades.
“Las vacas ruyen los plátanos. Tampoco hay un baño donde hacer las necesidades”, refiere un camionero y comerciante que viaja de Azua a Elías Piña, todos los días de mercado pero que pidió reservar su nombre porque además de hablar de las condiciones del entorno donde se venden productos al por mayor, refirió los altos montos que deben pagar a un “sindicato” que es el responsable del lugar.
“El Sindicato de Brayan”, ese es el sindicato o la persona, según informaron los hombres responsables de cobrar de 1,500 o 5,200 pesos a los camiones que ingresen a esa propiedad a comercializar mercancía y, los otros 500 pesos, a la salida.
“Algo también que es muy incómodo aquí, son los pagos. O sea, sindicatos muy excesivos: entrada y salida. Se paga un sindicato para todo. Se paga terreno, mercado y un supuesto rodaje”, refiere junto a otros dos colegas comerciantes, respecto al lugar donde las vacas y otros animales pueden ingresar con facilidad y afectar las mercancías.
Esos recursos no van al Gobierno municipal ni al central. Aunque según los comerciantes, la alcaldía dio la autorización para que ahí operara ese mercado.
En marzo del año pasado, el Gobierno dominicano anunció que impulsa el fortalecimiento del sistema de mercados en la zona fronteriza. Se informó que desde la Dirección de Políticas de Desarrollo de la Zona Fronteriza del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo se impulsa un proyecto de inversión pública para el fortalecimiento de los mercados fronterizos que supondrá la mejora administrativa, la adecuación de las instalaciones existentes, la ampliación del control sanitario, la construcción de infraestructura de mercado y la habilitación de nuevos espacios para los vendedores.
Por esta frontera entra mucho dinero al país
“Por esta frontera al país le entra mucho dinero” dijo Argenis Cordero, que es hijo de un comerciante con un gran almacén en el punto fronterizo y desde hace más de diez años está acompañando a su padre en el negocio.
Antes de desplazarse en su pasola, manifestó que la dinámica comercial beneficia a ambos países por ende, el cierre fronterizo dispuesto por el gobierno el año pasado, les afectó. Los efectos de ese cierre también fueron recogidos en el Anuario de Comercio Exterior que realiza la Oficina Nacional de Estadísticas. De acuerdo con la ONE, la exportación con el segundo socio comercial más importante, registró una disminución del 17.6% en comparación con el año 2022.
229.86 MM
Fue el monto de las exportaciones por ese punto fronterizo, este año, según la Dirección General de Aduanas.
5,200
Los camiones que van a comercializar a los mercados deben pagar entre 1,500 a 5,200 a los sindicatos.