Desde tempranas horas de la mañana de ayer, feligreses católicos acudieron masivamente a las tradicionales misas del Domingo de Ramos, acto que da inicio a la Semana Santa.
A diferencia del pasado año, en que la solemne ceremonia fue vista a través de las plataformas digitales a consecuencia del Covid-19, este domingo contó con la presencia considerable en los templos de los devotos católicos, quienes con alegría disfrutaban las liturgias. Sin embargo, el día estuvo marcado por la ausencia de procesiones en gran parte de las iglesias a nivel nacional, ya que, debido al virus, los curas han tenido que suspender los tradicionales eventos multitudinarios para evitar las aglomeraciones de personas, razón por la que algunos se reinventaron alternativas para mantener las sagradas costumbres, como se observó ayer en la Catedral Primada de América.
La catedral realizó el acostumbrado acto de bendición de las palmas, pero en la Plaza de los Curas (patio de la iglesia) con un número reducido de fieles y siguiendo los protocolos sanitarios. Los congregados recorrieron el patio en peregrinación hasta ingresar al templo, donde el arzobispo metropolitano de Santo Domingo, Francisco Ozoria Acosta, ofició la tan esperada misa, dando entrada a la lectura de la Palabra.
El reverendo pidió la oración por los crucificados en el mundo y los que sufren en la pandemia del Coronavirus. Sobre ese particular, el sacerdote pidió a Dios por las personas que son excluidas y que no tienen acceso a las vacunas contra el virus.
Sin procesiones de palmas
En las iglesias como Nuestra Señora de las Mercedes, los cristianos católicos acudieron desde temprano a la eucaristía a profesar su fe y agradecer a Dios en ausencia de las procesiones de los ramos, ante ello, los fieles dijeron extrañar el tradiconal acto. Fray Máximo Rodríguez, rector de iglesia, llamó al comedimiento en esta Semana Mayor.
La liturgia congregaba a una gran cantidad de personas en las calles, pero por la incidencia de la pandemia, la ceremonia fue suspendida.
El Domingo de Ramos es el primer día de los actos de la Semana Santa, período de siete días que la Iglesia católica dedica a recordar la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.