La población en estado de vulnerabilidad intervenida por el programa Progresando con Solidaridad (Prosoli), tiene una mejor calidad de vida con relación a otros grupos que no forman parte de los programas de protección social del Gobierno.
Esa es la conclusión que arroja un estudio comparativo realizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) por sus siglas en inglés) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), que incluyó a mujeres embarazadas, madres en periodo de lactancia, niños y niñas de cero a cinco años y personas de más de 65 años.
La muestra total seleccionada fue de mil 268 hogares que fueron divididos en dos grupos: los beneficiarios y no beneficiarios con el objetivo demostrar si el estado nutricional de una persona vulnerable tiene alguna diferencia con aquellas que obtienen algún tipo de beneficio y las que no.
El representante de la FAO para la República Dominicana, Carmelo Gallardo, quien tuvo a cargo la presentación del estudio, detalló que en términos del estado nutricional de forma general, la situación del grupo beneficiado era mejor que el otro. “En términos de envejecientes, es estadísticamente significativa. O sea, las personas mayores que tienen menos problemas de bajo peso, es una situación mejor en aquellos que son beneficiados en un 10 por ciento; mejor que los no beneficiarios y también, un poco mejor en el peso normal de las mujeres embarazadas”, indicó Gallardo.
El estudio se enmarca en el Objetivo de Desarrollo Sostenible Hambre Cero, como parte de una prioridad mundial en la lucha contra el hambre de cara al 2030.