El proceso de selección del precandidato que, en representación del danilismo enfrentará a Leonel Fernández en las primarias del 6 de octubre, inicia oficialmente hoy, en medio de acontecimientos que amenazan la unidad de la facción peledeísta que encabeza el presidente Danilo Medina.
El danilismo ha logrado ganar, durante los últimos años, muchas batallas dentro del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), y en parte eso se debe a que se ha mantenido como una fuerza cohesionada, en la que todos sus integrantes van en la misma dirección.
Sin embargo, el proceso de selección del precandidato que enfrente a Fernández, que algunos han llamado “preprimarias”, se ha convertido en una amenaza para la unidad de ese sector político.
La renuncia de Carlos Amarante Baret fue el primer hecho concreto que puso en evidencia que dentro del danilismo se está generando una situación parecida a una crisis, que posiblemente amerite la intervención directa del líder de esa facción del PLD, el presidente Danilo Medina.
Ayer, renunció a su proyecto Reinaldo Pared Pérez usando argumentos similares a los de Amarante. El presidente del Senado y secretario general peledeísta había generado expectativas cuando el pasado viernes en la tarde informó a través de su cuenta de Twitter que había pedido que no lo midieran en las encuestas, cuyo trabajo de campo se inicia hoy lunes.
Hasta hace poco, la armonía parecía reinar en el grupo de los precandidatos del danilismo, que inicialmente era conformado por seis dirigentes: Amarante, Pared Pérez, Francisco Domínguez Brito, Temístocles Montás, Andrés Navarro, Pared Pérez y Rhadamés Segura.
Posteriormente, se convirtió en el grupo de los ocho, con la incorporación de Maritza Hernández y Gonzalo Castillo.
Factor Gonzalo
La incursión de Castillo ha sido la causa de las controversias, no por el hecho en sí, sino por las circunstancias en que se produce.
El hecho de salir de último, por ejemplo, aunque parezca un “handicap” o desventaja, para algunos precandidatos constituye lo contrario. Consideran que, más bien, para Gonzalo ha sido una “gabela” porque estuvo más tiempo al frente de un Ministerio que sus oponentes, con los beneficios que eso implica.
Tampoco les ha causado gracia el hecho de que, aunque Castillo renunció el pasado 5 de agosto, no ha sido sustituido, lo que le permitiría mantener cierta influencia en la cartera. Esa parte, obviamente, depende del presidente Medina, que es a quien le corresponde nombrar a un ministro de Obras Públicas.
El otro hecho que ha causado disgustos en algunos –no todos- los precandidatos danilistas es que Castillo y su equipo han salido al ruedo con una fuerza inusitada y en ese despliegue de esfuerzos y recursos han conquistado a dirigentes que estaban comprometidos con otros proyectos políticos.
Amarante, quien acaba de abandonar la lucha, fue uno de los más críticos frente a los alegados privilegios de Castillo. Pared Pérez es el otro que llevó la voz cantante en cuanto a las inconformidades. Y finalmente, ambos decidieron abandonar la lucha, que consideran desigual.
Las batallas ganadas por el danilismo
Desde reformar la Constitución en el 2015 hasta lograr la mayoría de puestos en la ampliación de organismos como el Comité Político y el Comité Central, figuran entre los logros alcanzados por el danilismo durante los últimos años, cuando se ha consolidado como la fuerza mayoritaria del PLD.
El más reciente tropiezo del grupo fue el fracaso en reformar nuevamente la Constitución, aunque no fue por falta de cohesión y esfuerzos, sino por una serie de factores desfavorables. l Héctor Marte Pérez
Danilo se vería obligado a intervenir directamente
Ante la situación presentada, parece que será necesaria la intervención del presidente Medina, quien hasta ahora, se ha manejado frente a los precandidatos a través de representantes. En las reuniones con los aspirantes, normalmente el convocante y anfitrión es José Ramón Peralta, ministro Administrativo de la Presidencia y uno de los hombres de confianza del mandatario. También asisten, como mediadores, Carlos Pared Pérez, asistente de Medina y otros miembros del Comité Político, como Francisco Javier García, Monchy Fadul y Ramón Ventura Camejo. Se dice que en algunos precandidatos no se sienten cómodos con los mediadores porque no los consideran auténticos danilistas.