Las profundas desigualdades socioeconómicas, la baja inversión por alumno y un modelo de aprendizaje memorístico, tienen mucho que ver con los pobres resultados obtenidos por los estudiantes criollos en las pruebas PISA, que mide los niveles de lectoescritura, matemáticas y ciencias en los alumnos de quince años de 72 países.Aunque Axel Rivas, codirector del Programa de Educación del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) de Argentina, recordó que los dominicanos quedaron a la cola de los países desarrollados y lejos del promedio de Latinoamérica en la medición, también valoró la reducción de la tasa de analfabetismo a menos de un 10% y el crecimiento de la tasa de escolarización en el nivel secundario de un 40% a casi un 67%.
El experto argentino, invitado por Acción Empresarial por la Educación (Educa) para analizar los resultados de las pruebas Pisa, resaltó que el promedio de los resultados obtenidos por los dominicanos, son muy parecidos a los que obtuvieron los estudiantes de los estratos más bajos de Uruguay y Colombia.
Exhorta a repensar estrategias
Rivas exhortó a los presentes, incluido al ministro de Educación, Andrés Navarro, presente en la actividad como orador invitado, a repensar las estrategias educativas y a trabajar en los enfoques de enseñanza basado en competencias para sustituir los modelos memorísticos tradicionales que no enseñan a comprender ni a pensar.
Dijo que aquellos países de la región que han logrado mejorar los resultados en el ranking que elabora la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), también han hecho cambios estructurales en sus sistemas educativos, mejorando el acceso a la educación temprana desde el nivel inicial, una inversión que considera preventiva con gran recuperación en el futuro.
Asimismo, instó a invertir en políticas redistributivas en los sectores más vulnerables, a través de transferencias condicionadas, becas, comedores, jornada extendida, dotación de libros y material de apoyo que acompañe el trabajo de los docentes.
Dijo que constituye un desafío político, no sólo mejorar los salarios de los docentes, sino también, elevar los estándares de los profesores, con pruebas de evaluación rigurosas, como lo hace Chile, país que obtuvo el mejor desempeño de la región en las referidas pruebas.
Planes de mejora
Por su lado, el ministro de Educación, Andrés Navarro, dijo que el Gobierno de Danilo Medina ha apostado por la formación continua de alrededor de 97 mil docentes a nivel nacional, con programas de excelencia que contribuyan con el desarrollo efectivo de un currículo por competencias.
Al participar como orador invitado en el seminario “Pisa: Lecciones aprendidas y recomendaciones para crear las políticas públicas y los procesos de mejora continua”, el funcionario dijo que lejos de compararse con otras naciones de la región, la República Dominicana busca conocer las debilidades de su sistema educativo para establecer planes de mejora.
Manifestó que la tarea implicará grandes esfuerzos y la vinculación comprometida de todos los sectores vinculados a la educación, “pero además vamos a focalizarnos en el segundo ciclo del sistema educativo para producir una migración del formato de liceos a politécnicos, de suerte que nuestros estudiantes preuniversitarios salgan preparados en la modalidad técnico-profesional, lo que les facilitará insertarse rápido en el sector laboral”.
Pruebas pusieron al desnudo al país
De su lado, el presidente de Educa, José Mármol, dijo que las pruebas pusieron al descubierto la cruda realidad del país, al ubicarse en el último lugar de la lista en las áreas de ciencias y matemáticas y en el grupo de la retaguardia, sólo por encima de Argelia, Kosovo, Macedonia y Túnez, en la lectoescritura.
“Debe llamar a la reflexión de las instituciones públicas y privadas del sistema educativo nacional que, mientras Singapur, un país con una extensión territorial cercana a la provincia de Samaná, es capaz de ubicar a casi 40 estudiantes de cada 100 en el nivel de excelencia, solamente uno de cada mil estudiantes dominicanos alcanza ese nivel”.
No obstante, dijo que el país va en la senda correcta al decidir invertir el 4% del PIB para mejorar la calidad de la educación.
Pruebas predicen la ruta de desarrollo de países
Durante su disertación, el experto argentino dijo que muchos estudios demuestran que el estado de la educación actual es el mejor predictor de la economía del futuro, y que de alguna manera, las pruebas PISA anticipan cuáles países tendrán un mayor potencial de crecimiento en los próximos 20 años. Sostuvo que mientras los países nórdicos y anglosajones invierten entre 10 mil a 13 mil dólares por alumno, el promedio de la inversión por alumno en la región de Latinoamérica es de apenas US$2 mil.
Los medios tienden a resaltar datos negativos
Rivas deploró que en los medios de comunicación exista una tendencia a encontrar lo peor en los resultados de estos estudios, que aunque pueden incentivar a los países a hacer reformas, también pueden generar entre los actores un espíritu de derrota difícil de revertir. El codirector de CIPPEC resaltó que Latinoamérica, en conjunto, logró subir un promedio de 30 puntos en las pruebas, lo cual representa un año más de aprendizaje, desde la primera medición realizada en el año 2000 a la última en 2015.
