La intervención inició. Dentro de poco el abandonado monumento a Fray Antón de Montesinos será convertido en un museo de arte taíno.
La Alcaldía del Distrito Nacional avanza en el proyecto de remozamiento de la plaza que contempla además la construcción de un Centro de los Derechos Humanos y de un anfiteatro. Ayer, se trabajaba en la terminación de los baños que estarán a disposición de los visitantes.
En cualquier ángulo de toda la edificación sobresalen los andamios colocados para facilitar el proceso de remozamiento. Esta estructura provisional también rodea la imponente estatua del sacerdote español.
En la entrada principal del monumento, de cuatro niveles, se instaló un letrero donde se aprecia una fotografía de cómo se vería la estructura tras el proceso de restauración.
La valla informativa indica que en el primer piso (nivel de playa) estarán los baños, un depósito, dos salones de exposición, un anfiteatro y la terraza. En el segundo piso, a la altura de la avenida George Washington, se habilitará el acceso al monumento y se adecuará un área para exposición.
En el tercer nivel (Mezzanine) también habrá una sala para las exposiciones. Mientras en la cuarta planta, que ya exhibe nuevos mosaicos, estará el mirador terraza multiuso.
La obra está a cargo de la constructora Manzano. De acuerdo con los procedimientos de urgencia de ADN-PU027-2016, el diseño deberá incluir como mínimo las siguientes especificaciones: la adecuada colocación e iluminación de la colección de arte, iluminación de la estatua con reflectores, los materiales deben garantizar durabilidad ante corrosión por estar frente al mar. Precisa que el museo deberá estar preparado para exhibir colección de arte taíno a ser donada por un coleccionista local.
El centro debe tener espacios para charlas
Los requerimientos de la licitación indican que el Centro de Desarrollo de Derechos Humanos debe tener espacio para mediateca y/o biblioteca, para celebración de charlas, reproducción de videos, y para la colocación de objetos relacionados con los derechos humanos. La intervención cuenta con el apoyo del Ministerio de Cultura y otras instituciones de la sociedad civil.