Las autoridades penitenciarias aún no han dispuesto un protocolo a implementar para prevenir el COVID-19 en las cárceles del país.
La Procuraduría General de la República (PGR) informó que elaboró un protocolo para la mitigar el coronavirus en los recintos carcelarios, que no se aplicado ya que está a la espera de que el Ministerio de Salud Pública lo apruebe.
En el país hay alrededor de 26,078 personas privadas de libertad, de estos 25,367 son hombres y 711 son mujeres, quienes están distribuidas en las diferentes cárceles del nuevo y el viejo modelo penitenciario, que además cuentan con miles de empleados y agentes.
En otros países se han empleado varias medidas. Por ejemplo en España, donde hay 12,000 contagiados y casi 500 muertos, suspendieron en las cárceles todas las comunicaciones familiares, de convivencia e íntimas y solo se permitirán las comunicaciones ordinarias ya que se producen en locutorios separados por una mampara de cristal.
Dispusieron que el solo se permitirá el acceso a personal laboral o personal extra penitenciario cuya labor sea imprescindible y queda excluida por tanto la entrada a voluntarios de ONG, entidades colaboradoras, profesionales acreditados, entre otros.
El diario El País detalla que los internos que disfrutan de semilibertad podrán seguir saliendo a diario cuando sea para ir a trabajar, aunque al regresar a prisión deberán someterse a controles médico.
Indica, además, que en el país europeo hay más de 58.000 presos recluidos tanto en las cárceles dependientes del Ministerio del Interior como de la Generalitat de Cataluña.
Hasta ahora, explica, se han confirmado en esta nación cinco casos positivos de infección por coronavirus en el ámbito penitenciario. Cuatro funcionarios y un interno.