El patriotismo español que exhibieron el exiliado criollo hijo de militar español y criolla dominicana quienes se establecieron en Puerto Rico como nuevos habitantes españoles desplazados por los compromisos asumidos por España y Francia, que también les habría permitido mantener su residencia en la colonia Española de la Isla de Haití, principalmente porque allí contaban con negocios importantes que requerían de la atención familiar.Con la derrota definitiva de los expedicionarios franceses comandados por Rochambeau tras la muerte de LeClerq, la proclamación de la Republique d´Haiti por Jean Jaques Dessalines tras ser cargado con la responsabilidad de comandar las fuerzas de guerra de la nación haitiana, y limpiar la parte oeste de la isla de tropas francesas, se les hizo indispensable al nuevo gobierno la expulsión de los remanentes de tropas francesas que todavía ocupaban la parte oriental de la isla, intentándolo con la masiva incursión de dos grandes columnas, una bajo el mando de Henri Christophe y la otra por Dessalines, que convergieron en la zona de Gallard (Galá) al noroeste de la capital de la antigua colonia española, defendida por tropas francesas comandadas por el General Louis Ferrand, también compuesta por criollos, negros, mulatos y milicianos de origen oriental, quienes también deseaban al igual que los haitianos eliminar la amenaza de una nueva expedición militar que diera al traste con las libertades ganadas por la guerra.
La composición de los combatientes de la resistencia francesa, dirigida por Dessalines, como militar convencido de hacer la guerra a muerte, parece haberle hecho percibir como su enemigo y merecedor de exterminio, a todas las clases y etnias representadas entre los defensores de Santo Domingo, que lo llevó a cometer actos de genocidio y esclavismo contra las poblaciones que incluyó en su trayectoria de retorno hacia Port au Prince.
El propósito de Dessalines de expulsar a todos los franceses de la isla de Haití no pudo darse en este intento por la errada percepción de los generales haitianos de que una fuerza naval que los combatió desde la riada del Ozama era una nueva expedición que se dirigía hacia Haití, talvez tambien un factor mas para explicar los actos de genocidio y esclavismo señalados. Tal gloria correspondió a Juan Sánchez Remírez en la Batalla de Palo Hincado, que Vanguardia del Pueblo relata así:
“Sánchez Ramírez comandaba un ejército de dos mil hombres, incluidos 300 que fueron enviados a Santo Domingo, por la Gobernación Española de Puerto Rico. Desembarcaron en los primeros días por Boca de Yuma, en Higüey. De inmediato se unieron a las tropas que Sánchez Ramírez había reunido en El Seibo, para marchar a la ciudad de Santo Domingo para enfrentar a los franceses. Asimismo, se habían producido enfrentamientos de los franceses en la región sur, pero la batalla que permitió la reconquista del territorio español de la parte oriental de la Isla de Santo Domingo, fue la batalla de Palo Hincado, el 7 de noviembre de 1808. Se le da el nombre de Palo Hincado, porque los combates se desarrollaron en la Sabana de Palo Hincado. Casi todos los hombres del ejército de Ferrand fueron muertos por las tropas del general Juan Sánchez Ramírez. El general Ferrand luego de la derrota se suicidó de un disparo, en un hecho ocurrido en un arroyo cercano a Palo Hincado”.