Un ambiente de tristeza y dolor es el que impera en la funeraria Blandino de la Sabana Larga, donde familiares y amigos de los esposos evangélicos ultimados por agentes de la Policía Nacional, acudieron este viernes para darle el último adiós a estos jóvenes.
A la capilla B, de la funeraria se presentó el presidente del Consejo de Unidad Evangélica- (CODUE), Feliciano Lacen, quien planteó la necesidad de que los métodos de entrenamiento de la Policía Nacional sean revisados, tras considerar que el ataque a una pareja de pastores fue “la gota que derramó el vaso”.
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Aseguró que la solución a los cuestionamientos que envuelven a la institución del orden no está en un cambio de la dirección, sino en una reforma integral.
“La policía no debe de actuar de esa manera no importa el historial que tenga el ciudadano. Primero deben darle la oportunidad al ciudadano que se presente”, expresó.
La pareja fue asesinada por los agentes la noche del martes, de acuerdo con la versión de Claudio Alberto Ramírez, uno de los sobrevivientes, pasadas las 10:00 de la noche y tras salir de una campaña evangélica, Elizabeth Muñoz y Joel Díaz se desplazaban en un vehículo marca Kia, color blanco, junto a los predicadores Carlos Pérez y este a la altura del kilómetro 45 de la autopista Duarte, momento en que fueron intervenidos por agentes policiales, que les ordenaron detenerse.
Ellos, se acogieron a la orden y sin imaginar lo que ocurriría, detuvieron el vehículo. “Nos hicieron parada, luego que nos hicieron parada, comenzaron a apuntarnos y luego comenzaron a disparar (pan, pan, pan…)”, detalló Claudio Ramírez al momento de salir del interrogatorio policial.