En un esfuerzo por proteger el medio ambiente y sensibilizar a la comunidad local, un grupo de ambientalistas checos ha liderado una jornada de limpieza en varias playas de República Dominicana.
La iniciativa busca no solo reducir la contaminación en las costas, sino también generar conciencia sobre los efectos negativos de la basura en los ecosistemas naturales. Durante su visita, los activistas recogieron residuos plásticos y otros desechos que amenazan la biodiversidad costera del país.
La limpieza de playas
La acción, que tuvo lugar en algunas de las playas más populares y hermosas de República Dominicana como lo es playa Fronton en Samana y Bahia de las Aguilas, busca resaltar un problema ambiental que persiste en muchas áreas del país.
Si bien las zonas turísticas están bien cuidadas, muchas de las áreas más alejadas de los circuitos turísticos muestran una acumulación preocupante de basura.
Los ambientalistas checos compartieron en sus redes sociales @verdederos su asombro por este contraste, destacando cómo la limpieza parece estar dirigida principalmente a los turistas, mientras que las comunidades locales no reciben la misma atención.
“Es sorprendente ver cómo en algunas zonas turísticas todo está perfectamente cuidado, pero en las áreas donde vive la gente local, la basura es evidente en cada rincón. Esto genera muchas preguntas sobre la prioridad que se le da a la conservación del entorno natural frente a la economía del turismo”, dijeron en un post de redes sociales.
Bahía de las Águilas
Uno de los lugares que más les preocupó a los activistas fue Bahía de las Águilas, un sitio declarado como reserva natural por su rica biodiversidad.
Esta bahía es conocida por sus aguas cristalinas, su exuberante vida silvestre, incluidos flamencos y humedales, y por ser un ecosistema prístino. Sin embargo, los ambientalistas notaron que la zona enfrenta una amenaza inminente: el avance de la construcción de hoteles en la zona.
“Bahía de las Águilas es un lugar que debería mantenerse intacto, pero ahora vemos lotes marcados para nuevos desarrollos turísticos. Aunque estos proyectos generarán empleo, no podemos dejar de preguntarnos sobre el impacto en la biodiversidad”, afirmaron en su publicación.
La necesidad de equilibrar turismo y conservación
Los ambientalistas checos hicieron un llamado a las autoridades locales y a la población en general para encontrar un equilibrio entre el desarrollo turístico y la conservación de los ecosistemas.
“No podemos centrarnos solo en atraer turistas; es fundamental cuidar estos lugares no solo por su valor económico, sino por su importancia ecológica y para las comunidades locales que dependen de ellos”, señalaron.
El trabajo de los ambientalistas checos no solo consiste en la recolección de residuos, sino también en promover la educación ambiental. A través de sus publicaciones y actividades, instan a los ciudadanos y a los turistas a ser responsables con sus desechos y a apoyar iniciativas de conservación.