Para algunos que ya no viven con sus padres, el toque de queda les limitó el tiempo de compartir con el “viejo”
La manera de homenajear a los padres “en su día” tuvo que ser modificada debido al estado de emergencia, toque de queda y a la situación sanitaria que todavía se vive en el país.
Las condiciones de aislamiento físico aplicadas por el gobierno como parte de las medidas para enfrentar la COVID-19, hicieron que la celebración tuviera un matiz distinto; y que los hijos y familiares apostaran al uso de las herramientas tecnológicas para estar cerca de sus progenitores y no dejar pasar desapercibida la fecha.
“Yo le envié un desayuno personalizado a mi papá. A él le tocará disfrutarlo con mis hermanos menores que todavía viven en la casa y con mi madre. Yo no podré visitarlo porque trabajo y cuando salga ya no tendré tiempo por el toque de queda”, contó a elCaribe Yafreisy García, quien vive en Los Alcarrizos y su padre en Villa Mella.
“Sin dudas este año será diferente y es entendible, por la situación que estamos. No tenía mucho apuro en ir a su casa, porque no he dejado de trabajar y estar en calle, tengo temor de ser yo quien los contagie”, añadió mientras despachaba a un cliente en la tienda por departamento donde labora.
Al igual que ella, Calenny Montero quien vive en la 27 de Febrero optó por hacerle llegar un “rico desayuno” a su progenitor, que reside en el Ensanche Ozama. “Yo le encargué un desayuno con los alimentos que a él le gusta comer, mangú, salami, jugo y unas fruticas”, dijo entusiasmada. “De una u otra forma hay que agradarlos para que no se sientan menos valorados que las madres. Hay muchos padres buenos que se merecen el mismo trato que le damos a nuestras mamás”, agregó.
A pesar de que el tránsito estuvo fluido en las principales avenidas de la capital, en algunos barrios se apreció un ligero movimiento de hijos visitando la casa paterna con la intención de pasar el día con sus padres.
Es el caso de Virgilio Santos, residente en el sector de Villa María y cuya descendencia corresponde a cinco hijos, quienes le acompañaron en su casa para prepararle un almuerzo que incluyó un asado y cervezas.
Dijo que es consciente de la restricción que implica el toque de queda, pero que a las 3:00 de la tarde buscará despacharlos a sus respectivos hogares.
Las festividades tuvieron un poco más del todo tradicional, aunque con un alto grado de timidez de reuniones, debido a las restricciones sanitarias a causa del aumento de los casos de contagios de coronavirus que persiste en el país desde hace aproximadamente de cuatro meses. “Ahora mismo nadie va estar preparando nada. Con este COVID-19, no se puede hacer nada.
Yo simplemente lo felicité, pero por la situación no se puede celebrar para no congregar mucha gente”, comentó Charina Ramírez.
No obstante, para otros el estado de emergencia sanitaria no fue impedimento para agradar a los procrearon descendencia. Aunque las circunstancias le impidieron salir de casa y reunirse fuera o acudir a restaurantes, decenas de padres fueron agasajados desde la distancia, con saludos en línea, videollamadas y entrega de regalos entregados por terceros o mensajeros. “Mi hija me saludó a través de una videollamada desde su trabajo en la calle Doctor Defilló. Quiso venir a verme, pero cuando salió ya no le alcanzó el tiempo. Decidimos respetar el distanciamiento físico y preferimos celebrarlo a distancia. Fue raro no estar juntos, pero fue la mejor opción para cuidarnos”, comentó Antonio Gómez papá de tres hijos, de los cuales, dos ya no conviven en su casa.
En cambio, Rando Mejía padre de tres hijos, dijo que pasó la fecha en compañía de su esposa y su hija menor. Los mayores ya no viven conmigo y pasaron por casa a felicitarme y darme los regalos, pero no permanecieron mucho tiempo. “Lo más sensato es estar en su casa y cuidarnos para tiempos mejores”, afirmó con cierto tono de conformidad.
Timidez en compra de regalos
El comercio al igual que otras actividades que tradicionalmente se desarrollan para esta fecha, estuvo marcado por la una baja asistencia de compradores en las tiendas de Santo Domingo.
En la avenida Duarte una de las principales arterias comerciales de la capital, fue tímida la presencia de clientes en las tiendas departamentales.
De acuerdo con Manolito Fernández, encargado de La Gran Vía, la gente ha priorizado sus necesidades, optimizando sus recursos a lo básico que requiere en el hogar. Pero las personas no están comparando. “A nosotros las tiendas de oportunidades nos ha quedado el cliente fijo que se le ha roto algún artículo en la casa y necesita reponerlo”.
Indicó que al igual que el Día de las Madres las ventas estuvieron muy por debajo. Aunque asegura que era lógico por el desmonte de la cuarentena. Ahora nos toca el Día del Padre, precisamente a una semana de haber iniciado nuevas medidas restrictivas.