El principal desafío de la democracia representativa es impulsar su evolución frente al auge del populismo en el contexto de la globalización.“El populismo no es cierto que es un fenómeno nuevo, lo que es nuevo es su expansión en la actual fase de la globalización y los problemas que puede significar para la democracia y para una convivencia pacífica a nivel global”, afirmó en una conferencia magistral el sociólogo y politólogo Ernesto Ottone, en el inicio del coloquio “Crisis y desafíos de la democracia representativa: miradas cruzadas Europa-América Latina” que organizó la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode).
En medio del “síndrome del populismo” vigente, Ottone planteó que la democracia representativa es al fin y al cabo el sistema, por supuesto siempre imperfecto, capaz de mantener un equilibrio entre libertad e igualdad.
Advirtió que “para darle continuidad no basta con defenderla, sino que se debe estar abierto a impulsar su evolución por un camino del cual no sabemos cómo será cada recodo”.
Funglode es sede del encuentro, que organiza junto a la Cátedra “Destinos Mundiales de América Latina” del Colegio de Estudios Mundiales de la Fondation Maison des Sciences de l’Homme de París y la Cátedra UNESCO/IGLOBAL en “Ciencias sociales, políticas públicas y gobernabilidad democrática”, el cual inició ayer y concluye hoy.
Ottone manifestó que el signo mayoritariamente amplio de la expansión del populismo tienes raíces de derecha tanto en los Estados Unidos como en Europa, aun cuando también las tiene en movimientos populistas de izquierda con quienes comparten, además de su metodología política algunas posiciones, como el antieuropeísmo y el proteccionismo económico. Dijo que el populismo de izquierda es más abierto que el de derecha y menos tradicionalista.
Leonel advierte sobre la incertidumbre mundial
El expresidente Leonel Fernández dijo que hay señales de “desglobalización” a nivel mundial. Sostuvo que “hay una incertidumbre de lo que puede pasar con la humanidad”, en medio de una crisis que se inició hacia 2008 y continúa porque se va a incubar con una nueva crisis, generada por las decisiones que pueda tomar la nueva administración de la Casa Blanca.