Tras su elección como presidente, Moise hizo una visita oficial a la República Dominicana y el entonces presidente Danilo Medina asistió a la juramentación del asesinado presidente haitiano, el 7 de febrero del 2017.
Las relaciones entre Haití y la República Dominicana en menos de un año que lleva Luis Abinader como presidente del país y que inició con el asesinado presidente Jovenel Moise, se resumen básicamente en dos puntos: “acuerdo histórico” de una agenda común entre ambos países y el conflicto por la construcción de un canal en el río de Dajabón que desarrollan las autoridades haitianas.
El diez de enero pasado se difundió la información de que el presidente Abinader y Moise, se reunieron en Elías Piña y fruto de eso, tres días después, se dio a conocer una agenda común entre ambas naciones que el gobierno dominicano calificó de “acuerdo histórico”. Cuatro meses más tarde, el 23 de mayo, ambos mandatarios se volvieron a encontrar en Ecuador donde acudieron a la toma de posesión del presidente Guillermo Lasso y trataron el conflictivo tema del canal que construye Haití en el río Dajabón.
Moise publicó: “Tuve una reunión muy productiva con el presidente Luis Abinader. Le informé sobre el progreso de la reforma constitucional, una promesa de campaña. El tema de la construcción de la presa en el río Masacre también fue discutido durante esta reunión”. Sobre ese conflicto, el canciller dominicano, Roberto Álvarez, sostuvo que en ese encuentro el tema quedó para ser tratado entre los cancilleres de ambos países.
El tema sigue generando conflictos y diferencias entre ambas naciones y críticas al canciller Álvarez por grupos que se identifican como nacionalistas.
Acuerdo para agenda común
La agenda común entre ambos países fue leída en el Palacio Nacional con la presencia del gobernante y funcionarios de primera línea como la vicepresidenta, Raquel Peña y el ministro de la Presidencia, Lisandro Macarrulla. La agenda incluye trabajar en el proceso de identificación y de inscripción en el registro civil haitiano de todos los ciudadanos haitianos que estén en territorio dominicano.
También la construcción de hospitales generales en territorio haitiano, abrir el proceso de negociación para delimitar las fronteras marítimas entre los dos países con la promesa de iniciar el proceso lo antes posible. Además, cooperar de manera mutua y sostenible en los campos de la energía, la producción agrícola e industrial, el combustible para cocinar y los esfuerzos para frenar la desertificación.
Igualmente, trabajar para lograr la financiación necesaria para la adopción de un plan de capacitación que facilite la labor de ambos países para reforzar la seguridad y la vigilancia fronteriza.
“Consecuentemente, cada país colaborará con el otro en caso de que se construyan controles físicos o tecnológicos en todo el borde terrestre de la frontera”, señala el documento. Luego de eso, el presidente Abinader en su discurso de rendición de cuentas el 27 de febrero pasado, anunció la construcción de una verja de doble perímetro en la frontera con Haití.
Ambos gobiernos se comprometieron, además, a lograr un acuerdo comercial general con el objetivo de establecer normas transparentes, justas y previsibles para ambos países.