Estadística. El año 2018 culmina con la muerte de cuatro personas por rabia humana, incluido tres niños de Pedernales y una mujer de Santiago.
La más reciente víctima de la enfermedad, transmitida por la mordedura de perros, gatos, hurones y murciélagos infectados con el virus, fue un niño de cinco años, oriundo de la provincia fronteriza, donde hay un brote desde julio pasado.
El infante pereció el pasado sábado y estuvo ingresado en el hospital infantil Robert Reid Cabral desde el jueves 20 de diciembre, después de haber presentado la sintomatología propia del virus, con manifestaciones de fiebre, dolor de cabeza e irritabilidad.
Aunque fue mordido por un perro desconocido el pasado 29 de noviembre y sus padres lo habían llevado al hospital municipal Elio Fiallo, el personal de salud sólo curó sus heridas, pero no le vacunó, obviando el protocolo que se estila en estos casos.
Durante nueve días, el menor estuvo recibiendo atenciones por parte de un equipo multidisciplinario de especialistas, bajo la dirección del doctor Rodney Willoughby, desde Wisconsin y había sido inducido a un coma, al igual que el otro infante que pereció el 14 de diciembre por las mismas causas, tras haber incubado el virus durante varios meses, puesto que la mordedura, según narraron sus padres, se produjo en el mes de abril.
Ese mismo mes, una niña de la misma localidad falleció tras contraer la mortal enfermedad, al igual que una mujer de 54 años oriunda de Gurabo, en Santiago, la cual fue mordida por un hurón.
La rabia es una enfermedad mortal que afecta al sistema nervioso central, y que se transmite por la saliva a través mordeduras o arañazos de animales domésticos o salvajes infectados.
