Beirut, 12 ago (EFE).- La Organización Mundial de la Salud (OMS) manifestó hoy que más del 50 % de las clínicas y centros de salud de Beirut, así como tres de sus mayores hospitales, no están operativos por los efectos de la explosión de casi 3.000 toneladas de nitrato de amonio registrada el pasado día 4 en un almacén del puerto de la capital libanesa y a consecuencia de la cual murieron 171 personas y más de 6.000 resultaron heridas.
“La OMS ha estado apoyando en la evaluación de 55 clínicas de atención primaria y centros de salud por toda la ciudad y (…) en estos momentos más del 50% no están operativas”, dijo el director de Emergencias para la Región del Mediterráneo de la organización, Richard Brennan, en una conferencia de prensa.
Además, Brennan añadió que “el 47-48 % restante tienen unos niveles muy bajos de operatividad”, que “al menos tres de los mayores hospitales de la ciudad no están operativos” y que otros tres “están funcionando muy por debajo de su capacidad normal”.
En consecuencia, la ciudad ha perdido alrededor de 500 camas de hospital, explicó.
En paralelo, aseguró, esto tiene unas claras implicaciones para el tratamiento de la COVID-19 en un momento en que se está registrando un importante aumento de los casos de contagio de esta enfermedad en el Líbano.
Brennan recordó que los casos de contagio por el coronavirus llevan aumentado en las últimas dos semanas, lo cual atribuyó a la apertura del país y a la llegada de viajeros internacionales desde antes de la explosión.
El representante de la OMS destacó que hasta ahora Líbano ha hecho “un trabajo impresionante a la hora de controlar la COVID” y pidió a los libaneses “no bajar la guardia” a pesar de las demandas que les han llevado a manifestarse en las calles en los últimos días contra el Gobierno y la clase política en general.
Brennan pidió a la autoridades sanitarias que sigan haciendo tests, manteniendo el aislamiento social y el rastreo de contactos y recordó quela OMS ha enviado en los últimos días 25 toneladas de material de protección contra la COVID. EFE