Managua, 4 ago (EFE).- Miles de trabajadores del Estado y simpatizantes del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, marcharon hoy en Managua para pedir “justicia y reparación” en favor de los bienes del Gobierno, en una crisis que ha dejado entre 317 y 448 muertos desde abril.
La marcha, que aglutinó a personas de diferentes lugares de Nicaragua, recorrió unos cuatro kilómetros en algunas de las
principales vías de Managua.
Los manifestantes portaron banderas rojinegras del oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), y algunas de Nicaragua, así como letreros con leyendas como “no más violencia y destrucción” o “queremos trabajar en paz”.
También gritaron consignas en favor de Ortega, como “¡Daniel, amigo, el pueblo está contigo!”, o “¡Mi comandante se queda!”.
La marcha incluyó la exhibición de vehículos del Estado destruidos y dramatizaciones de encuentros violentos entre la
población y encapuchados armados, en los que este último grupo salía “victorioso” en su defensa de Ortega, que ha reconocido 195 muertos en protestas contra su Gobierno.
La de este sábado fue una de las marchas más concurridas en favor de Ortega.
La misma concluyó con un concierto en la rotonda Simón Bolívar, en el antiguo centro de Managua, norte de la ciudad.
Nicaragua atraviesa la crisis más sangrienta desde la década de los años 1980, también con Ortega como presidente.
Tanto la Organización de Estados Americanos (OEA), como la sociedad civil de Nicaragua, incluyendo el Episcopado nicaragüense,
han solicitado a Ortega que adelante las elecciones de noviembre de 2021 a marzo de 2019, para acabar con la crisis, con respuestas negativas.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) han responsabilizado al Gobierno de Nicaragua por “asesinatos, ejecuciones extrajudiciales, malos tratos, posibles actos de tortura y detenciones arbitrarias”, lo que Ortega ha negado.
Las protestas contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, comenzaron el 18 de abril pasado, por unas fallidas reformas de la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de renuncia del mandatario.