Santo Domingo.- Los dirigentes de los Movimientos Marcelino Vega (MMV), Raffy Duran y Nacional de Periodistas Unidos (MONPU), anunciaron que aceptan el triunfo en la pasadas elecciones del 25 de agosto a lo interno del Colegio Dominicano de Periodistas, y que no recurrirán a la justicia, aunque pueden demostrar “que hubo amplias irregularidades y violación a la ley 10-91”.
El vocero de Marcelino Vega y los otros movimientos y presidente actual del CDP, Olivo De León, explicó que los resultados de las pasadas elecciones para el Comité Ejecutivo fueron de 802 a favor de los Marcelianistas y 879 de la propuesta de Convergencia, con una diferencia de 77, mientras que el Instituto de Previsión y Protección del Periodista los resultados y sus márgenes fueron de 758 para la plancha dos y 747 correspondientes a la uno, con una diferencia de 11.
Indicó que el Tribunal Disciplinario y el Distrito Nacional los resultados dieron la cifras de 719 frente a 711 y 388 a 336, para diferencia de 8 y 52 votos respectivamente
De León, al admitir la derrota señaló como irregularidades, la injerencia política del partido oficial, la doble votación, la entrega de dinero y de carné el día de las elecciones en la Seccional de Santiago.
Explicó que decidieron no impugnar las elecciones en la capital porque aun a sabiendas de que esos votantes pertenecen a Convergencia y sus aliados, no pueden demostrar por quien o quienes votaron y sólo conseguirán anular esos votos sin que se les sumen a ninguna plancha.
“Euclides, Rafael Núñez y Luis García lograron involucrar a los senadores, gobernadores, algunos diputados y alcaldes de distintas provincias, en una campaña que contempló visita a su propia casa en donde se produjeron supuestas amenazas y chantaje de cancelaciones”, denunció el actual presidente del Colegio de Periodistas.
Dijo además, que tanto los dirigentes que vendrán a conducir los destinos del CDP, como cualquier otra organización de la sociedad, puede solicitar o pedir una auditoria ya que esta institución recibe fondos públicos.
Por José Beato