De modernidad líquida a educación del deseo (1 de 3)

La postmodernidad ha traído en su espíritu materno conceptos y personalidades que, aunque nos resistamos, los tenemos que analizar. Ella no puede ser pensada sin estudiar a los actores del cambio epocal en donde las informaciones se convierten en conoci

La postmodernidad ha traído en su espíritu materno conceptos y personalidades que, aunque nos resistamos, los tenemos que analizar. Ella no puede ser pensada sin estudiar a los actores del cambio epocal en donde las informaciones se convierten en conocimientos.El primero de esos casos es Zygmundt Bauman (19/11/1925- 09/01/2017) quien nos induce a conceptualizar en base a los dos grandes tópicos que hoy ocupan los primeros lugares del laborantismo intelectual del siglo XXI. A decir: Modernidad Líquida y Fragilidad Humana.

Su metáfora de la liquidez nos transporta al gran dilema de los actores sociales y activistas de la construcción de la nueva ciudadanía, quienes centran sus energías y objetos materiales en la búsqueda de soluciones conjuntas a las necesidades sentidas de los distintos conglomerados, dada la inoperatividad de la institucionalidad del aparato estatal, con la difícil encomienda de convencer a los milenios de que no deben buscar soluciones individuales a los problemas que son colectivos, construyendo una especie de sentimiento clasista en seres humanos que, posiblemente, no conocen el término por ser fiambre.

Se interpreta de Bauman que las zonas de confort en que viven las generaciones de los últimos decenios son el producto del relativismo existencial en que se han estado desarrollando, donde se confunden los ciudadanos con los pacientes y los clientes, no dando cuenta de los vínculos humanos en esta sociedad individualista que, por desgracia, es privatizada, a imagen del Neoliberalismo y, sobre todo, marcada por unas relaciones muy transitorias y excesivamente volátiles. En estas condiciones es difícil construir la nueva ciudadanía, salvo que se busque una nueva forma de Contrato Social que identifique a los “clientes referidos” con su devenir histórico-social.

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