MOSCÚ (AP) — Miles de enojados y angustiados residentes se manifestaron el martes en la ciudad siberiana de Kemerovo exigiendo una investigación completa tras un incendio en un centro comercial que mató a al menos 64 personas, la mayoría de ellos niños.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, que visitó la ciudad también el martes, culpó de las muertes a “una negligencia criminal, un descuido”. El mandatario depositó flores en tributo a las víctimas pero no habló a los manifestantes.
Las llamas arrasaron el centro comercial Winter Cherry de Kemerovo el domingo, en el primer fin de semana del receso escolar, atrapando a docenas de padres con sus hijos. Según testigos presenciales, las alarmas contra incendios no sonaron y muchas puertas estaban cerradas. Algunos de los fallecidos eran niños que perecieron encerrados en una sala de cine.
Los molestos manifestantes protestaron durante horas ante la sede del gobierno regional en la ciudad, y muchos de ellos subieron al escenario para acusar a las autoridades de ocultar la escala real de la tragedia.
Uno de los asistentes, Igor Vostrikov, se dirigió al vicegobernador Sergei Tsivilyov, diciendo que las familias de las víctimas creen que el número de muertos en mucho mayor porque el cine se quemó por completo.
“No estamos pidiendo sangre”, dijo durante la protesta. “Los niños están muertos, no pueden devolvérnoslos. Necesitamos justicia”.
Cuando el vicegobernador calificó el llamamiento de Vostrikov de “truco de relaciones públicas”, éste contó perdió a su esposa, a su hermana y a tres hijas de 2, 5 y 7 años, en el incendio.
“Murieron porque estaban encerradas en una sala de cine”, explicó Vostrikov en una entrevista con la televisora Dozhd. “Llamaban desde allí, pidiendo ayuda: ‘Estamos encerrados, nos estamos asfixiando’. Nadie las ayudó porque cuando comenzó el incendio todos huyeron”.
La improvisada protesta mostró la frustración de los residentes con la respuesta oficial a la tragedia: el gobernador local no acudió al lugar del incendio ni se reunió con las familias de los afectados, y Putin no decretó luto nacional.
Putin voló a Kemerovo a primera hora del martes y visitó el monumento de recuerdo a las víctimas en el exterior del centro comercial. En las imágenes distribuidas por su oficina de prensa aparece dejando unas flores en una plaza desierta mientras su equipo de seguridad custodiaba el perímetro.
“¿Cómo pudo suceder esto? ¿Cuál es el motivo?”, preguntó el presidente en una reunión con el equipo que trabajó en el incendio, de acuerdo con las declaraciones distribuidas por su equipo de prensa.
Durante su encuentro con Putin, el gobernador de Kemerovo, Aman Tuleyev, culpó a “la oposición” y a “metiches locales” de fomentar las protestas, y señaló que las familias de los fallecidos no acudieron al acto.
La televisión estatal rusa mostró el martes imágenes desde el interior del calcinado cine, donde el techo colapsó por completo.
Por el momento se han recuperado 58 cuerpos, y los rescatistas siguen intentando llegar a los seis que faltan, explicó el ministro ruso para Situaciones de Emergencia, Vladimir Puchkov.
Los investigadores dijeron que las salidas de emergencia estaban bloqueadas y que un guarda de seguridad apagó el sistema de megafonía cuando recibió una llamada avisando del fuego.
Las alarmas contra incendios no estaban operativas desde hacía dos semanas y el guarda de seguridad fue detenido, explicó a Putin el jefe del Comité de Investigación, Alexander Bastrykin, que reconoció que aún no tienen una explicación “razonable” para sus actos.