El director de la División de Ciencias de la Tierra de la NASA, Michael Freilich, dijo que en particular la misión permitirá saber más sobre cómo el derretimiento de las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida ha contribuido a la elevación del nivel del mar.
El derretimiento de esas capas de hielo por sí solo ha elevado el nivel mundial del mar en más de 1 milímetro (0,04 pulgadas) al año recientemente, según la NASA.
La misión es una continuación del satélite original llamado ICESat (Acrónimo de “Ice, Cloud and Land Elevation Satellite”, es decir, Satélite para el hielo, las nubes y la elevación terrestre) que funcionó de 2003 a 2009.
Construido por Northrop Grumman, el ICESat-2 lleva un solo instrumento, un altímetro láser que mide alturas al determinar el tiempo que tardan los fotones en viajar desde la sonda espacial hasta la Tierra y viceversa. Según la NASA, recogerá más de 250 veces más mediciones que el primer ICESat.
El láser está diseñado para disparar 10.000 veces por segundo, dividido en seis haces de cientos de billones de fotones. El viaje de ida y vuelta está programado para que dure una milmillonésima de segundo.
Además del hielo, el satélite medirá la altura de las copas de los árboles, la nieve y los ríos, lo que puede ayudar en la investigación de la cantidad de carbono almacenado en los bosques, así como en la planificación contra inundaciones, sequías e incendios forestales, entre otros usos.
El lanzamiento fue el último de un cohete Delta 2, dijo ULA.
El primer Delta 2 despegó el 14 de febrero de 1989 y desde entonces ha sido el vehículo de lanzamiento de orbitadores del Sistema de Posicionamiento Global (GPS), satélites de observación de la Tierra y comerciales, y misiones interplanetarias, incluso los vehículos gemelos Spirit y Opportunity, que recorrieron el suelo de Marte.