La comunidad internacional ha reconocido que la violencia contra mujeres y la violencia contra niñas y niños está relacionada, y es que los datos arrojan que un gran número de mujeres violentadas tienen hijos o menores dependientes.
“La violencia contra las mujeres y la violencia contra los niños y las niñas frecuentemente ocurren en el mismo hogar o familia y al mismo tiempo; y tienen que ver con las relaciones desiguales de poder al interior de la familia, la exposición a la violencia desde temprana edad, las masculinidades nocivas y violentas, y las desigualdades de género” expresa el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Igualmente, de acuerdo a datos arrojados por esta misma organización, las niñas y niños que viven en hogares afectados por la violencia hacia las mujeres tienen mayor probabilidad de sufrir castigo físico que otros niños y niñas.
Y es que, si mama es violentada y de paso calla tal violencia, su hija o hijo normalizara esto. De parte de los varones viendo esto como un acto que a futuro ha de realizar para lograr lo que quiera conseguir de su pareja, y en el caso de las hembras, a normalizar la violencia y no alzar la voz ante la misma porque “a mama también le paso”.
Así que si, la violencia contra las mujeres, niños y niñas, coexisten, se interrelacionan y la evidencia demuestra que la igualdad de género y la promoción de normas sociales equitativas, son factores protectores tanto para la violencia contra las mujeres como para la violencia contra los niños y las niñas.