Saudi Aramco, el gigante petrolero estatal de Arabia Saudita, está ofreciendo a las refinerías de Asia y Europa la posibilidad de posponer hasta por tres meses el pago de sus envíos de crudo, con el objetivo de enfrentar así la caída de la demanda de hidrocarburos determinada por la pandemia del coronavirus y sus restricciones de movilidad, informó la agencia Reuters al citar fuentes de la industria.
La nueva medida de la petrolera saudita se enmarca dentro de los esfuerzos de ese reino por aumentar su cuota de mercado, agregaron las fuentes. No se ha especificado cuáles serán los bancos locales que ofrecerán los nuevos términos de crédito.
“[Saudi Aramco] nos está pidiendo que modifiquemos el acuerdo existente para incluir una letra de cambio que, básicamente, permite pagar a través del banco en un plazo de 90 días”, explicó una fuente de una refinería asiática. Según esas cláusulas, Aramco recibiría el pago por los cargamentos, desde el mismo banco, en un lapso de 21 días posteriores a la entrega, añadió.
La medida fue ofrecida cuando menos a cuatro refinerías de Europa y Asia, y se conoce que tres de ellas ya rechazaron la oferta. Aunque esa modalidad podría aliviarles la carga financiera en el corto plazo, a la postre resultarían más altos los costos generales, debido a una financiación más cara, señaló la agencia.
Acuerdo de la OPEP+
El domingo pasado, los 23 países que conforman la OPEP+ alcanzaron un acuerdo para reducir la producción de petróleo en 9,7 millones de barriles por día a partir del 1 de mayo, para estabilizar el mercado petrolero y minimizar el impacto negativo de la volatilidad de los precios.
Las conversaciones en tal sentido se vieron inicialmente entrabadas debido a que México se resistía a reducir su producción de crudo en 23 %, tal como Arabia Saudita y Rusia, alegando que esos países extraen unos 12 millones de barriles diarios, mientras que en territorio mexicano se producen solo entre un millón y 650.000 bpd, según dijo López Obrador.
Finalmente, Trump intercedió para destrabar el conflicto en la OPEP+ y acordó con López Obrador que EE.UU. bajaría su producción en 250.000 bpd adicionales y México únicamente en 100.000 barriles, lo que sumaría 350.000, cifra cercana a la exigencia de la organización.