Santo Domingo.– La Escuela de Comunicación de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), Campus Santo Domingo, inició una serie de conversaciones como preámbulo de la celebración de su emblemático festival de cine universitario “Semana Más Corta” en su décimo octava edición, la cual lleva como tema central “Encuentros y herencias: conectamos raíces y exploramos nuevas identidades”, que pretende abordar la identidad nacional desde diversas perspectivas.
La Semana Más Corta es un evento anual que reúne a estudiantes y profesionales de la comunicación para explorar temas de relevancia social a través de actividades creativas, paneles y presentaciones audiovisuales y se llevará a cabo en el mes de marzo próximo. Este año promete ser un escenario de conexión y aprendizaje profundo en torno a las raíces y a las nuevas identidades que emergen en el país.
La doctora Josefina Zaiter, destacada psicóloga social, fue la invitada de honor para abrir estas actividades y en su intervención ofreció un análisis profundo sobre la construcción de la identidad nacional dominicana, en el que destacó cómo las experiencias históricas, las dinámicas culturales y las representaciones sociales han moldeado lo que significa ser dominicano.
La experta enfatizó la importancia de reconocer la herencia taína, africana y europea, al tiempo que abordó las tensiones que surgen en un contexto de globalización y cambio social.
“La identidad nacional, por supuesto, tiene un contenido político y se apoya en un ideario político y eso en la sociedad se tiene que ir expresando en un proyecto de nación, porque eso es lo que nos permite llamarla identidad nacional, porque si no, pudiera entonces ser un grupo de personas que solamente comparten un territorio”, señaló.
En su discurso, Zaiter abordó cómo las prácticas culturales refuerzan el sentido de pertenencia, pero también advirtió sobre la exclusión de ciertas voces en las narrativas oficiales. Según explicó, en el proceso de colonización también se integró a la isla de Santo Domingo un contingente amplio muy grande de africanos y africanas en condición de esclavos que dieron vida a una mezcla, a un mestizaje y, ese mismo mestizaje se ha ido desarrollando a través de los años.
En su análisis, Zaiter enfatizó el papel de los símbolos y las prácticas culturales como mediadores en la construcción de la identidad. Sin embargo, también ilustró que la identidad dominicana no es estática, sino que está en constante evolución, y se adapta a las influencias de la globalización, de la migración y el cambio social. En este sentido, consideró que la identidad nacional es un proceso negociador, en el que coexisten tradiciones arraigadas y nuevos elementos culturales.
Apuntó que el dominicano posee, históricamente, una serie de características de pensamiento que han moldeado su accionar social como es el factor del complejo de inferioridad.
“Los dominicanos están en la constante promoción de un complejo de inferioridad que se marca en el pensamiento social dominicano, una corriente pesimista que ha sido subrayada por algunos; desde literatos, historiadores que hacen creer que no valemos, que somos inferiores, que lo que viene de fuera es superior”, reflexionó la intelectual.
Finalmente, Zaiter abogó por un enfoque educativo y cultural que fomente una identidad nacional crítica y reflexiva. Propuso promover un entendimiento más profundo de los múltiples factores que conforman la identidad dominicana. Esto incluye reconocer y valorar las contribuciones de todas las comunidades que integran la nación, así como fomentar el diálogo intercultural para interactuar con un mundo cada vez más interconectado.