Washington.- La Casa Blanca deseó este martes una “rápida recuperación” al presidente brasileño, Jair Bolsonaro, tras conocerse el positivo por la COVID-19 de ese estrecho aliado del mandatario estadounidense, Donald Trump, y con quien comparte escepticismo acerca de la enfermedad.
“No he hablado con el presidente sobre ello (el positivo) pero le deseamos (a Bolsonaro) que esté bien y una rápida recuperación”, indicó Kayleigh McEnany, portavoz de la Casa Blanca, en declaraciones a periodistas.
McEnany señaló que no había previsto “anuncios sobre futuras conversaciones” entre ambos líderes.
No obstante, el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, sí habló este martes con su homólogo, Ernesto Araújo, según informó en un comunicado la portavoz del Departamento de Estado, Morgan Ortagus.
Ortagus no mencionó la enfermedad de Bolsonaro y se limitó a decir que Pompeo y Araújo conversaron sobre “sus continuos esfuerzos y coordinación para combatir la pandemia de la COVID-19 y apoyar la recuperación económica en la región”.
“Los dos líderes -añadió Ortagus- acordaron continuar trabajando en la sólida relación económica de nuestros países”.
Bolsonaro, de 65 años y quien califica habitualmente como “gripecita” la COVID-19, dio positivo este martes, aunque aseguró que se siente “bien” y que recibió el resultado “sin pánico”.
Después de meses desafiando al virus casi a diario, el mandatario informó en persona a un grupo de periodistas situados a menos de dos metros de distancia sobre el resultado del examen al que se sometió la víspera, que lo incluye en una lúgubre estadística que suma en Brasil unos 1,6 millones de casos, con cerca de 70.000 muertes.
“Confieso que creí haberlo contraído hace unos meses” debido a su “dinámica actividad” y “permanente contacto con el pueblo”, dijo el mandatario, quien agregó que se siente “perfectamente bien” y que ya se trata con cloroquina, un antipalúdico cuya eficacia contra el coronavirus defiende pese a las dudas que existen en la ciencia.
También dijo que los síntomas son “leves”, que se comprobó con una radiografía que sus pulmones “están limpios” y subrayó que se siente “sin pánico”, aunque respetará los “protocolos” de la cuarentena en su residencia oficial durante las próximas dos semanas, pues “valen para todo ciudadano”.
Aclaró que seguirá “despachando” normalmente, aunque lo hará por videoconferencia, al menos mientras los médicos le recomienden que evite el contacto con otras personas.
Bolsonaro ya fue sometido a exámenes de la enfermedad en marzo, tras una visita oficial a Miami (EEUU), donde se reunió con Trump, y en la que la mitad de su comitiva, formada por unas 40 personas, dio positivo de COVID-19. EFE