Santo Domingo.- El prestigio alcanzado por la arqueóloga dominicana Kathleen Martínez en su búsqueda de la tumba de Cleopatra es de tal magnitud que a los trabajos que realiza con dicho objetivo se ha unido el famoso oceanógrafo norteamericano Robert Ballard, quien descubrió el Titanic en 1985 en una misión secreta de la Armada de los Estados Unidos.
La información la suministró la abogada y diplomática, quien dijo que Ballard quedó fascinado con el trabajo que ella ha realizado hasta ahora, y su llegada a Egipto fue todo un acontecimiento, justo cuando su intensa búsqueda de la última faraona egipcia se extiende hasta las aguas del Mar Mediterráneo, y ella no tenía experiencia en la arqueología acuática.
Martínez explicó que al darse cuenta de que el proyecto va más allá de lo que ella había contemplado, preguntó que quién era el más famoso oceanógrafo y arqueólogo submarino, y ahí determinó que es el doctor Robert Ballad, descubridor del Titanic, más de 150 barcos sumergidos, y submarinos que quedaron destruidos durante la Segunda Guerra Mundial, pero todo el mundo le dijo que ni siquiera lo contactara, ya que no valía la pena, porque no respondería su mensaje.
Agregó que tan pronto le escribió al doctor Ballard, éste le contestó el mensaje, enviándole su número de celular para que lo llamara de inmediato, cosa que ella hizo, e inmediatamente él le dijo que quería sumarse al proyecto de buscar la tumba de la reina Cleopatra, en cuyo lugar se presume se encuentra su pareja, el general romano Marco Antonio.
“El famoso oceanógrafo, doctor Ballard, me dijo que él siente que su epitafio estaba escrito, diciendo que había descubierto el Titanic, todos esos barcos y buques de guerra sumergidos, pero quiere que también le incluyeran a la reina Cleopatra. Entonces hicimos una alianza: él viajó con su equipo, el doctor Larry Mayer de la Universidad de New Hampshire, y otros importantes científicos”, detalló.
Sostuvo que “hicimos el primer trabajo en Egipto, de conocer el lugar y explicarle mi teoría; quedó fascinado con los trabajos que habíamos hechos, y desde el año pasado estamos trabajando juntos en la parte subacuática”. Para mí ha significado bastante, porque, de hecho, la presencia de él en Egipto revolucionó y provocó un gran acontecimiento, y luego la Marina egipcia decide sumarse al proyecto”.
Martínez indicó que la Marina egipcia les entregó mapas que no habían salido a la luz pública, sobre informaciones que ellos tenían, y junto con el doctor Robert Ballar y Larry Mayer, hicieron un mapa de los posibles lugares donde debían buscar, y en menos de un mes ya tenían ubicado cinco lugares importantísimos donde están trabajando en la actualidad.
“Tener la oportunidad de trabajar con estos grandes científicos ha sido para mí de mucho aprendizaje, y al día de hoy, Taposiris Magna, la ruina de este templo donde estoy trabajando, es el único yacimiento en todo Egipto que tiene trabajos en tierra y en el mar. En cuanto a los trabajos en tierra, nosotros hemos cubierto un 60% de dicho yacimiento que tiene aproximadamente unos cinco kilómetros”, ponderó la experta en arqueología.
Aclara no ha aceptado financiamiento universidades EU y europeas para mantener dominicanidad del proyecto
La arqueóloga dominicana Kathleen Martínez no ha querido apoyo financiero de reputadas universidades de Estados Unidos y Europa para costear los trabajos de la búsqueda de Cleopatra, porque es de su interés que el proyecto se mantenga siendo dominicano.
“La idea mía ha sido que ese proyecto, he querido mantenerlo, sea dominicano. Entonces, para que sea dominicano, el proyecto lo debe llevar una universidad dominicana, pero las universidades dominicanas no tienen presupuesto para eso, y yo he mantenido la nacionalidad del proyecto cuando pudiera estar utilizando, que tengo muchas propuestas, universidades norteamericanas o europeas que estarían dispuestas a financiar el proyecto”, explicó Martínez.
Agregó que “lo que pasaría aquí es que todas las piezas que hemos encontrado llevarían la nacionalidad de esa universidad, yo no he querido hacer eso, he querido que la nacionalidad la mantenga la República Dominicana, y por primera vez hacer aportes en los museos del mundo, cuyas piezas lleven nuestra bandera”.
En tal sentido, la arqueóloga indicó que dentro de los hallazgos que ha encontrado en busca de la tumba de Cleopatra, ha encontrado tres mil piezas que han viajado con National Geographic en los museos más importantes de los Estados Unidos, llevando la bandera dominicana.
“Y cada vez que hago una presentación trato de hacerla en español, porque en todas esas exhibiciones se habla en alemán, inglés, francés e italiano, entonces nosotros queremos hacer un aporte de Latinoamérica a la egiptología”, aclaró.
Kathleen Martínez es la única mujer de América Latina a la que se le ha otorgado una licencia para excavar en Egipto, y ha querido legar eso a la juventud como una forma de demostrar que es posible soñar y alcanzar las metas que uno se propone.
“Y por eso no he querido trabajar con universidades extranjeras. “En la actualidad estoy trabajando, pero no dándole la dirección del proyecto, y estoy recibiendo la colaboración de la Universidad de Oxford, que me está haciendo donaciones de equipos y facilitando profesores para hacer cursos de arqueología”, insistió.
Dijo que tiene como meta utilizar ese yacimiento para entrenar a jóvenes, dominicanos o latinoamericanos, que quieran y les guste la arqueología, para que ellos regresen al país y puedan documentar esos yacimientos.
Reputada arqueóloga narra riesgos y sacrificios que implican trabajos para encontrar faraona egipcia
Los trabajos de arqueología llevan sus riesgos implícitos, de acuerdo a lo externado por Kathleen Martínez, quien dice que en las excavaciones que ha realizado en el mar Mediterráneo fue atacada por una mantarraya en su búsqueda de la tumba de la reina Cleopatra.
“En esta oportunidad tengo que valorar dos cosas: tanto los trabajos en tierra que se hacen en otoño e invierno como los trabajos en mar. Tenemos que buscar la época en que las condiciones sean más favorables para poder hacerlos. Estamos trabajando en un área que es bandera negra, en mar abierto, es decir, que hay mucho peligro; solo tiene 12 metros de profundidad, pero hay oleadas de mantarrayas. “De hecho, me atacó uno, me hirió, me dio el choque eléctrico”, advirtió Martínez.
Reconoció que ha habido accidentes, porque no están trabajando en la superficie. “También estamos trabajando bajo tierras en esos túneles, excavándolos por primera vez; eso es un hallazgo nuestro, y en esos túneles para la limpieza solo se puede estar dentro máximo cuatro horas, porque comienzan a dolerte las coyunturas como cuando estás debajo del agua, y ahí está el peligro de las serpientes, los escorpiones, y pocos trabajadores que quieren entrar a esos túneles conmigo”.
“Solamente los que son más jóvenes, que no tienen familia, se aventuran cada temporada a hacer esos trabajos; es decir, hay muchos riesgos, sacrificios, pero me mueve esta gran pasión y convicción que estoy trabajando en el lugar correcto. “Ya hemos cambiado la historia, hemos reescrito la historia del lugar, hemos aportado a la arquitectura conocida de los templos egipcios, y creo que vamos a seguir haciendo grandes aportes”, aseguró la profesional de la arqueología.
Martínez recalcó que está convencida de estar trabajando en el lugar correcto, y que es cuestión de tiempo para lograr los propósitos iniciales del proyecto. Todos los faraones del periodo griego, comenzando con Alejandro Magno hasta Cleopatra, 14 en total, están desaparecidos, y piensa que trabaja en el lugar correcto.